La contrata de limpieza de Pilar de la Horadada tuvo que emplearse ayer a fondo para eliminar los restos del macrobotellón que se trasladó al parque y la playa de Mil Palmeras tras el amplio dispositivo policial en la urbanización oriolana de Campoamor que impidió el tradicional macrobotellón y fiesta de disfraces en Orihuela, lo que originó que los jóvenes acudieran a la costa pilareña a disfrutar de la improvisada fiesta en la madrugada del miércoles al jueves.

Los efectivos de limpieza tuvieron que reforzarse a primera hora de la mañana de ayer, y fue necesaria una veintena de personas y seis vehículos para acabar con los restos del botellón en Mil Palmeras. Lo que también tuvo que reforzarse en la noche del miércoles fue el dispositivo policial en la localidad, al verse desbordado por la masiva llegada de jóvenes que huían de la prohibición policial y el vallado que «fortificó» los accesos a las zonas de botellón en Campoamor y buscaban nuevo emplazamiento para su fiesta. Así, se estableció un servicio extraordinario formado por 11 agentes de la Policía Local divididos en seis patrullas, y recibieron refuerzo de los agentes de la Guardia Civil desplegados en Campoamor y que se trasladaron a la localidad pilareña cuando los jóvenes comenzaron el «peregrinaje».

El edil de Seguridad Ciudadana de la localidad, José Tomás Saura, destacó que «no se produjo ningún incidente» y explicó que, precisamente para evitar los problemas derivados de estos macrobotellones, se ha prohibido la barbacoa y botellón en la playa de las Higuericas.

Saura explicó que el evento era un foco de «hurtos, robos y comas etílicos», por lo que no se podía «garantizar la seguridad», de modo que han centrado las actividades festivas en el evento programado para el 14 de agosto y que reunirá a «jóvenes y mayores».