El encargado de la empresa subcontratada para las obras de reposición de las redes de regadío afectadas por el tramo del AVE comprendido entre Crevillent y Murcia manifestó que «se hacía teatro» para aparentar que los trabajos que se facturaban al Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (Adif) respondían a la verdad. La investigación de esta trama señala que con esos procedimientos se generaron 17 millones de euros en sobrecostes de obras que no se hicieron y que supuestamente cobraron empresas vinculadas a excargos del Juzgado de Aguas de Orihuela.

El encargado, A. C. L., en su declaración como investigado ante la Guardia Civil, calificó también de «puesta en escena» algunas presentaciones que se hicieron cuando sabían que personal de ADIF iba a visitar las obras. Entre ellas, señaló que para «aparentar» en una ocasión «que la obra estaba realmente realizada de acuerdo con las mediciones que se facturaban, si bien la realidad no era esa».

Según el declarante, que añadió que las indicaciones para actuar así las dio el ingeniero del Juzgado Privativo de Aguas de Orihuela (Alicante), J. M. F., también investigado en esta causa, se trataba de que ADIF no detectara las desviaciones de las mediciones que se certificaban.

El hecho en concreto referido por A. C. L. ocurrió cuando, con urgencia, y ante una inminente visita de representantes del Administrador, le ordenaron que abriera una zanja para justificar unas medidas que no eran las reales, y que una vez que se marchó la visita, se cerraba y se volvía a la situación original.

Otra de las «puestas en escena» sucedió cuando se apilaron un gran número de tablestacas (pantalla o estructura de contención) para justificar, presuntamente, su compra y la factura, cuando la realidad es que eran alquiladas. También se justificó una obra en ese tramo con otra ajena al proyecto realizada en Guardamar.

Por otra parte, Compromís ha pedido a la ministra de Fomento, Ana Pastor, que aclare si hubo o no sobrecostes en las obras del AVE entre Crevillent y Murcia.