A cinco meses para acabar el año, en Rojales se han quedado sin presupuesto para las fiestas que aún se tienen que celebrar. El municipio ya ha disfrutado de los festejos en honor a su patrón, San Pedro Apóstol, y de Moros y Cristianos, pero aún son muchas las celebraciones que restan hasta final de año y de la dotación anual de 170.000 euros para la Concejalía de Fiestas, no queda nada. Es el caso de las fiestas de Heredades, las de la Virgen del Rosario, Navidad o las de Ciudad Quesada.
Precisamente, las de esta última urbanización se celebran esta semana gracias a una modificación presupuestaria de 23.000 euros que el alcalde, Antonio Pérez (PSOE), se ha visto obligado a hacer. Esta partida servirá para pagar a la empresa que este año organiza los festejos en Ciudad Quesada. Mediante decreto de la Alcaldía, Pérez ha aprobado ese gasto en el que señala que sólo hay disponibles 11.538 euros, que «no son suficientes» y considera «que existen créditos sobrantes en otras aplicaciones del presupuesto de gastos». El Ayuntamiento ha optado por sacar a licitación la organización de cada una de las fiestas del municipio. El portavoz del PADER, Desiderio Aráez, critica que el equipo de gobierno se haya gastado el dinero de las fiestas «a pesar de que el concejal de Hacienda, Nahúm Méndez, dijo en el pleno de febrero que había pedido a sus compañeros control del gasto». Y todo tras haber tenido que pagar con el presupuesto de 2016, 65.000 euros en reconocimientos extrajudiciales de créditos para fiestas celebradas el pasado año. «A este paso vamos por el mismo camino, y se superarán los 220.000 euros en fiestas, como en 2015», señala.
Por su parte, el alcalde rojalero, explicó que en lo que llevamos de año también se han pagado facturas relativas a Cultura con esa partida de 170.000 euros, además de pagar a proveedores de las fiestas de la Virgen del Rosario y de Navidad del pasado año, que no se abonaron en su momento. «En septiembre volveremos a hacer otra modificación presupuestaria de crédito. Cuando redactamos los presupuestos vimos que la partida de fiestas era insuficiente pero no la quisimos cambiar». Y anunció a INFORMACIÓN que para 2017 se ampliará la partida presupuestaria destinada a fiestas, que rondará lo que tiene previsto gastarse este año, unos 225.000 euros.
Sombreros y pistolas de agua
A los 170.000 euros presupuestados para festejos hay que sumar otros 42.000 de la subvención a la Junta Central de Moros y Cristianos. Al Ayuntamiento siguen entrando facturas que hay que pagar. El «chupinazo» de fiestas salió caro, más de 4.000 euros, en lo que se incluye 800 euros en 500 sombreros de paja, 900 en barriles de cerveza, la actuación de un DJ, una mascletá y pistolas de agua.
