El gran despliegue policial formado por agentes de la Policía Local de Orihuela y la Guardia Civil ha conseguido disipar el tradicional macrobotellón de Campoamor, que pese a la cancelación del festival y las fiesta de disfraces programada para esta noche, se había convocado por las redes sociales. Desde primera hora de la tarde los agentes han controlado todos y cada uno de los accesos a la urbanización, y se ha vallado todo el perímetro de la playa, además de la rambla del Río Nacimiento, y los accesos a todas las calles colindantes. La presencia policial ha logrado disminuir la asistencia con respecto a otros años, en una fiesta que se celebra desde hace más de tres décadas.

A pesar de este dispositivo, numerosos autobuses contratados por los jóvenes, incluso procedentes de Murcia, con motivo de este botellón han terminado llevándolos a localidades cercanas, como la playa de Mil Palmeras en Pilar de la Horadada o una discoteca de Orihuela, situada junto a Bigastro, que ha dispuesto sus propios autobuses para que la fiesta siguiera en otro emplazamiento.

La discoteca Xairo de Orihuela Costa, que había recogido el guante de la fiesta de disfraces tras la cancelación del Festival se ha convertido en el punto de partida para la salida de estos autobuses a otros destinos.