El Ayuntamiento de Orihuela cerrará el acceso a la playa de Campoamor, a la rambla de esta zona residencial costera y a los parques más problemáticos de cara a la previsión de que mañana se desarrolle el tradicional macrobotellón y fiesta de disfraces que el litoral oriolano acoge desde hace más de 30 años.

La convocatoria se mantiene en las redes sociales pese a que el evento asociado a esta fiesta, el Campoamor Music Festival, se canceló la semana pasada al no otorgársele la licencia municipal para su celebración.

La edil de Seguridad Ciudadana, Mariola Rocamora (PP), apuntó ayer a este diario que se prevé no solo el vallado de estos puntos conflictivos y que tradicionalmente han acogido el macrobotellón, sino que se cerrarán buena parte de los accesos a Campoamor en la noche del miércoles, y ya se ha pedido refuerzo policial a la Guardia Civil y a la Policía Nacional para «impedir una práctica que no olvidemos que es ilegal, así como gravemente perjudicial para los vecinos de Campoamor».

La edil es consciente del «poder de convocatoria que tienen las redes, y por eso, al ver que se seguía programando el botellón, hemos actuado para prevenir».

El cercamiento de la playa y de la rambla comenzará durante la jornada de hoy con el fin de acordonar la zona para impedir el botellón. Un vallado que ya se realizó el pasado año, aunque con el fin de reconducir a los jóvenes hasta los alrededores del solar donde tuvo lugar el Campoamor Music Festival. Por tanto, y ya que este año no habrá musical, el objetivo pasa por «prohibir, evitar y erradicar la práctica del botellón, que parece que se ha convertido en una cita obligada cada año, pero que por supuesto queremos erradicar».

Sanciones

Rocamora asegura que el Ayuntamiento se mantendrá tajante en evitar esta práctica y que «se impondrán sanciones, como ya se ha hecho este verano, por consumir alcohol en la vía pública, que es un delito». La celebración de botellones, al margen de esta macrofiesta de disfraces, es una constante en esta urbanización del litoral oriolano, como ya han denunciado los vecinos en reiteradas ocasiones.

Por tanto, la edil de la Costa, Sofía Álvarez, coincidió en que «hay que erradicar esta fiesta, estamos hablando del descanso de numerosos vecinos», a lo que Rocamora añadió que «no podemos permitir que la imagen que se transmite de Campoamor sea esta».

El pasado año, el festival y la fiesta de disfraces congregaron a más de 8.000 personas, por lo que, a priori, parece difícil controlar la convocatoria.