Unos 200 vecinos del barrio de San Roque de Torrevieja cortaron ayer los cuatro carriles de la Avenida Desiderio Rodríguez para reclamar la instalación de las pasarelas que había otros años para facilitar el baño en esta zona rocosa del litoral torrevejense. La protesta se inició a las 12.30 horas y en ese momento los concentrados, la mayoría residentes en otras localidades de la Vega Baja y en el centro y norte de España, decidieron cortar una de las vías con más tráfico de la ciudad, la que da acceso a Torrevieja por el sur, al grito de «Una pasarela, para las abuelas».

Los vehículos que en ese momento circulaban por la carretera se vieron sorprendidos por la irrupción de un numeroso grupo de personas en la vía, que no habían pedido autorización a la Subdelegación del Gobierno. Se produjeron momentos de tensión cuando alguno de los conductores intentó sortear a los manifestantes y dar la vuelta para continuar su camino por otras calles, algo que los vecinos trataron de impedir poniéndose delante de los vehículos. La Guardia Civil y la Policía Local tuvieron que actuar para calmar los ánimos, que mantuvieron el corte del vial durante 15 minutos.

Los vecinos portaban pancartas en las que se podía leer «18 años disfrutando de la pasarela y el nuevo concejal la quita» o «No nos prive de bañarnos en el agua más limpia de Torrevieja», todas ellas dirigidas al edil de Playas, Javier Manzanares (PSOE). Aseguran que en el barrio residen muchas personas con movilidad reducida y mayores que no pueden bañarse porque para acceder a las pasarelas instaladas hace unas semanas deben esquivar las rocas.

El edil Manzanares señaló ayer a INFORMACIÓN que las antiguas pasarelas de madera que se desmontaron en junio «estaban en un estado peligroso, que ponía en riesgo la seguridad de los bañistas». El concejal aseguró que está tratando de que se ponga una tercera pasarela y que las instaladas «son mejores porque son de hormigón y tienen barandilla y su ubicación la decidieron los técnicos que buscaron el mejor lugar».

«Abandono»

Los vecinos se quejan del estado de «abandono» del barrio. «Hay mucha suciedad en las calles. No quitan las algas, y hay enormes socavones que son un peligro», protestaron. Y anunciaron que continuarán con estas protestas hasta que se les dé una solución desde el Ayuntamiento que, dicen, no les llegó el pasado jueves cuando preguntaron en el pleno.