Los servicios por denuncias de vecinos por ruido en bares, cafeterías, restaurantes y pubs y sus terrazas correspondientes traen de cabeza todos los veranos a los efectivos de la Guardia Civil y Policía Local. Y con razón. El turismo familiar, el mayoritario en Torrevieja, viene a descansar. Conciliar el sueño no es compatible muchas veces con la actividad de pubs y negocios de hostelería, más si incumplen la normativa.

El Ayuntamiento de Torrevieja ha querido dejar negro sobre blanco y de forma muy detallada en un bando cuáles son los horarios de apertura y cierre de los establecimientos durante este verano y hasta el 25 de septiembre y el resto del año, advirtiendo que su incumplimiento, y de paso, de la ordenanza contra la Contaminación Acústica, deriva en expedientes de infracción y sanciones. El alcalde, José Manuel Dolón, (Los Verdes) y la edil de Actividades, Fanny Serrano, (PSOE) comparecieron ayer para explicar que la normativa que regula estos horarios la establece todos los años la Generalitat, en función de lo que dispone la Ley 14/2010. Los ayuntamientos, como es el caso de Torrevieja, tienen margen para ampliarlos en verano. Posibilidad a la que se acogió el gobierno local para atender las demandas del sector hostelero, uno de los más importantes de Torrevieja con más de seiscientos establecimientos, con un decreto de ampliación firmado el 10 de mayo.

La modificación afecta exclusivamente a los locales que la ley enmarca en el Grupo B (cafés teatro, cafés concierto, cafés cantare, pubs y karaokes y salas de exhibición especial) que ven ampliado su horario de cierre en media hora, hasta las cuatro de la madrugada; a los del Grupo J (Cíber café, restaurantes, café bar y cafeterías) a los que se amplía el horario una hora, hasta las dos y media de la madrugada; y por último a los del Grupo L (salones de banquetes) que disponen de media hora más de apertura, hasta las cuatro de la madrugada. El alcalde recordó que en el momento en el que se alcanza la hora de cierre los locales tienen la obligación de proceder diligentemente, «sin tomarse más tiempo».

En ese sentido también dijo que se ha de recoger con la música apagada, las luces encendidas y con el servicio de venta de bebidas cerrado. Serrano se refirió además a la importancia de que los locales «mantengan las dobles puertas cerradas» para que cumplan con la función para la que están instaladas y no pueda escucharse el ruido y la música en la calle.