Daya Nueva es uno de los escasos municipios que conservan todavía el mejor y más tradicional sabor de la huerta de la Vega Baja. Quizá lo de no cambiar en algunas cosas lo han llevado al extremo en la nomenclatura de sus principales calles. Mantiene viales dedicados al Generalísimo, Francisco Franco -el principal del municipio y que atraviesa el casco urbano de punta a punta-; General Moscardó -uno de los militares golpistas sublevados contra la República-; o consagradas a José Antonio Primo de Rivera, fundador de la Falange, y que da nombre a la principal plaza del municipio. Todas ocupan un espacio central de esta pequeña población de 1.700 vecinos, gobernada por un grupo independiente, escindido del PP. Algunos vecinos no consideran adecuada esta pasividad municipal a la hora de mantener la simbología franquista, que incumple, a su juicio, la ley de Memoria Histórica.

Por eso han registrado un escrito dirigido a la alcaldesa, Teresa Martínez, en el que le recuerdan la ley aprobada en diciembre de 2007 «en favor de quienes padecieron persecución o violencia durante la Guerra Civil y la dictadura que «establece que las administraciones tomarán las medidas oportunas para la retirada de escudos, calles, insignias, o menciones conmemorativas de exaltación de la sublevación militar de la Guerra Civil y de la represión de la dictadura». Y reclaman que la alcaldesa «desde el momento inmediato de la recepción de la solicitud» -fechada hace unos días- se retiren del callejero los nombres de los personajes «que participaron», dice el texto, «en la ilegal sublevación militar, por el bando fascista y en el posterior periodo dictatorial».

El escrito advierte que el municipio tiene la obligación de cumplir la ley y adjunta varias fotografías con las polémicas placas del callejero. Al mismo texto se suma otro de un vecino, propietario de terrenos expropiados y no abonados, en la que se dice: «La señora alcaldesa, tan tolerante con los símbolos franquistas, ni cumple con la ley de Memoria Histórica, ni acata con justicia una resolución judicial firme. Su decidido talante solo va a servir para que los ciudadanos de Daya Nueva tengan que pagar de su bolsillo expropiación e intereses de demora».

Cambios

La mayoría de municipios de la Vega Baja han ido retirando los símbolos de la dictadura de su callejero de forma paulatina. Torrevieja lo hizo mucho ante de que se aprobara la ley. Orihuela tuvo que esperar a principios de la década pasada para decidir quitar el busto dedicado a Franco en su principal plaza, y renombró todo el callejero desde 2007. En Callosa la actual propuesta de retirada de la Cruz de los Caídos, con los nombres de los combatientes nacionales fallecidos, ha generado un debate sobre si se trata de un símbolo de la dictadura.