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Torrevieja tiene sin ejecutar 20 zonas verdes sobre casi un millón de metros cuadrados

El texto refundido del PGOU refleja graves carencias en el desarrollo de parques en varias áreas

Torrevieja tiene sin ejecutar 20 zonas verdes sobre casi un millón de metros cuadrados

El texto refundido del Plan General de Ordenación Urbana realizado por el actual gobierno de Torrevieja ha permitido desvelar una realidad urbanística denunciada durante muchos años, pero que no estaba avalada en la documentación oficial: una parte muy importante de las urbanizaciones turístico-residenciales se ejecutaron en Torrevieja sin la dotación de equipamientos públicos básicos, en especial, las zonas verdes a las que tenían derecho los residentes. En total, suman casi un millón de metros cuadrados. Son una veintena de suelos calificados como zonas verdes, en los que deberían de haberse construido parques, áreas infantiles y de esparcimiento, y que ahora albergan solares llenos de matorrales, con algunos casos singulares, también recogidos en el inventario municipal de bienes, en los que los terrenos han sido ocupados por edificaciones y actividades privadas.

Estas carencias afectan a planes parciales de vivienda turística construidos durante las décadas de los setenta y, en menor medida, de los ochenta. Grandes zonas de parque previstas en San Luis y El Chaparral, rodeadas desde hace décadas de viviendas, siguen siendo solares con matorral, sin ningún tipo de dotación. En el mismo caso, aunque con extensiones más discretas, están zonas de Las Torretas.

Otra las de las grandes áreas urbanizadas hace más de treinta años que esperan sus correspondientes parques públicos es Torreblanca, al norte del casco urbano, en la que se construyó el parque aromático pero que en el planeamiento contempla otras dos zonas de similar superficie como parque y zonas dotacionales de uso público. En las situaciones que se remontan a más de veinte años es casi imposible, desde el punto de vista legal, reclamar a los promotores que asuman la responsablidad de abordar su obligación de ejecutar esas infraestructuras. Para los planeamientos más recientes, el Ayuntamiento ha podido retener algunos avales de las empresas que, en teoría, deberían servir para ejecutar esas dotaciones.

Según refleja el texto refundido del Plan General de Ordenación Urbana (PGOU), presentado por el gobierno local hace unas semanas, como paso previo para intentar una revisión del PGOU vigente, que data de 1987, la mayor parte de las urbanizaciones construidas en torno a la variante de Torrevieja arrumbaron sus zonas verdes a la servidumbre a la carretera -los terrenos que menos valor comercial tenían por su cercanía al tráfico y al más que probable desdoblamiento de la carretera-. Los promotores de residenciales no solo marginaron esas zonas verdes a las fincas peor situadas -con el visto bueno del Ayuntamiento y la Generalitat- sino que tampoco abordaron su ejecución. El municipio, tampoco les exigió que lo hicieran para comenzar a urbanizar, obtener las licencias de obras o vender las viviendas. Tampoco se libran en muchos casos las promociones más recientes, como ocurre con las zonas verdes previstas en torno a la Avenida de Tenerife, o en uno de las márgenes de la Avenida de las Cortes Valencianas de Torrevieja, junto a Aguas Nuevas, convertida en un foco de insalubridad, según han denunciado los vecinos.

En los casos más extremos, y siempre con la cartografía oficial del Ayuntamiento como referencia, aparecen zonas verdes ocupadas por edificios, viales, aparcamientos o negocios privados. Algo que ocurre en primera línea de Cabo Cervera o en La Rosaleda.

Capítulo al margen es el de las superficies verdes ejecutadas de forma muy precaria y luego abandonadas, que el Ayuntamiento está obligado a mantener porque se encuentran en residenciales con viales y casas ocupadas. Es el caso del Sector 25, del Pozo Dulce II, en la que se la principal zona verde de 20.000 metros cuadrados, paralela a la variante, se ejecutó sin cumplir las exigencias mínimas.

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