La Dirección General de Tráfico (DGT) de Alicante y el Ayuntamiento de Rojales han firmado un convenio de colaboración que establece la utilización por parte del cuerpo de Policía Local de diversos equipos técnicos y especializados cedidos por la DGT para realizar labores de seguridad y control de tráfico en el término municipal. Así, los agentes disponen ahora de un coche equipado con radar para interceptar a los conductores que no respeten los límites de velocidad.

El intendente jefe de la Policía, Iñaki Esparza, explicó ayer que se trata de poner en marcha una actuación continua de vigilancia y prevención para hacer más seguras las carreteras y concienciar a los conductores para que respeten los límites de velocidad en zonas urbanas.

El motivo fundamental de iniciar este dispositivo viene por las diversas quejas de vecinos de al menos 10 puntos del municipio, especialmente en urbanizaciones, ante las altas velocidades detectadas de vehículos. «Se trata de vías urbanas amplias y rectas que se convierten en lugares peligrosos para los peatones y otros automovilistas al no respetar algunos, las restricciones de velocidad».

Sistema

Los sistemas cedidos por la DGT son un vehículo en cuyo interior dispone de un sistema informático de radar que fotografía y capta la velocidad de los vehículos a través de ondas, el cual se podrá disponer en las zonas más conflictivas para vigilar a los conductores que no respeten la normativa de velocidad en los tramos urbanos.

El vehículo también se utiliza para realizar aforamientos, es decir, contabilizar de forma automática el número de vehículos que circulan en un determinado punto durante un día. Los agentes también disponen de un alcoholímetro que emite recibo en papel, y mide tanto la cantidad de alcohol en una persona como directamente en líquidos, por lo que también se realizarán controles en este sentido entre los conductores. Numerosos agentes de la Policía Local de Rojales han formado como operadores de radar para poder manejar el material cedido por la DGT.