«Yo quiero sentirme completa». Es la frase que más se repite en la consulta de María Dolores Pérez, la presidenta de la Asociación de Micropigmentación Estética, Paramédica y Oncológica (Amepo). Las mujeres que acuden a esta profesional de Barcelona buscan la reconstrucción de la areola del pecho tras haberse quedado sin ella, principalmente a causa de su extirpación tras detectárseles un cáncer de mama, lo que afecta a una de cada ocho personas.

Una técnica que no cubre la sanidad pública. Pérez visitó ayer la Vega Baja para firmar un acuerdo pionero con la Mancomunidad La Vega, gracias al cual entre 8 y 10 mujeres a las que se les detecta esta enfermedad cada año en los municipios que engloba esta Mancomunidad, Redován, Jacarilla, San Miguel de Salinas y Algorfa, podrán reconstruirse la areola de manera gratuita.

Es la primera administración pública que subvenciona este tratamiento que consiste en la micropigmentación 3D. El proyecto, llamado Areola Solidaria, pretende expandirse a otras mancomunidades y localidades. La Mancomunidad asumirá los 400 euros que cuesta esta novedosa técnica. que no requiere pre ni postoperatorio. «Los servicios oncológicos de los Hospitales de Torrevieja y Vega Baja, nos han prestado su apoyo», indicó el presidente de la Mancomunidad La Vega, Emilio Fernández.

En 40 minutos los profesionales de Amepo reconstruirán, en el Consultorio de Redován, una areola igual a la que ha sido extirpada, sin producir dolor. «Cuando a una mujer se le diagnostica cáncer de mama lo primero que piensa es en los cambios que va a sufrir su cuerpo. Las pacientes se encuentran con una amputación, la de su pecho, y cuando se les reconstruye se quedan sin la areola, algo que estéticamente no asumen, creándoles una tremenda falta de estima al verse incompletas», señaló ayer la presidenta de Amepo en la presentación de este proyecto en el Ayuntamiento de Redován.

Estima

Para María Dolores Pérez, «es una parte indispensable para las mujeres. Cuando les reconstruimos la areola y se miran en el espejo lo primero que hacen es llorar, pero de alegría, y suelen decir que al fin pueden desnudarse ante sus parejas sin avergonzarse».

Precisamente la baja autoestima es una de las consecuencias de las pacientes con cáncer de mama. A pesar de su recuperación física, las secuelas psicológicas tardan en curarse. «Será una gran solución para la recuperación de la estima por parte de esas mujeres de la comarca a las que, desgraciadamente, se les ha tenido que extirpar un pecho», manifestó Pilar Díaz, alcaldesa de Jacarilla, uno de los municipios que asumirá el coste de este tratamiento.

La micropigmentación es una técnica en tres dimensiones, hiperrealista, en la que no hay volumen, pero que a través del juego de la colorimetría, dando luces y sombras, se crea el relieve y se ve una piel que rodea al pezón muy natural, y es menos invasiva que los tatuajes. El pigmento se introduce en una capa más superficial, en la epidermis. Son micromoléculas hipoalergénicas por lo que, a diferencia del tatuaje, no hay riesgo de alergias ni de dermatitis posteriores y trabaja con varias tonalidades.

En la Vega Baja se detectan cada año 60 casos de cáncer de mama. La mayoría requieren la extirpación del pecho. Tras reconstruirse, las mujeres tienen que acudir a un centro privado para poder volver a tener areola. En septiembre se iniciarán los tratamientos en los cuatro municipios pioneros en ofrecer esta técnica.