Anoche se celebró la cuarta velada de la 62ª edición del Certamen Internacional de Habaneras y Polifonía de Torrevieja, que enfila ya su recta final. La tercera en fase de concurso contó con la participación de corales procedentes de Indonesia, Ucrania, España y Cuba, que además de interpretar la habanera obligada,«A mi añoransa» de José Cerdán y Francisco Vallejos , incluyeron en sus actuaciones otras dos habaneras de libre elección y dos obras polifónicas.

Rasgó el silencio de la noche el Coro femenino «Aurum», de Luanco - Asturias- dirigido por Elena Rosso Valiña, integrado por jóvenes de entre 15 y 30 años. Le dio el relevo el Coro de la Universidad Católica de Bandung «Parahyangan» de Indonesia, que interpretó las habaneras «El ausente» compuestas por Carmen Ortiz y Jorge López y la conocida «Tú» de Fernán Sánchez y Eduardo Sánchez de Fuentes. También actuó el Coro de Cámara «Khmelnytskyi» de Ucrania, fundado en 1988 y dirigido por Ihor Tsmur que eligió en su repertorio dos habaneras muy populares en el tornavoz de las Eras de la Sal «Rosita de un verde palmar» y «La paloma» de Sebastián Iradier.

Clausuró la velada «Entrevoces», de La Habana. Quizá la actuación más esperada de la noche, porque cualquier referencia a Cuba en Torrevieja tiene que ver con los sentimientos más profundos de una ciudad que no solo ha convertido las habaneras en muestra de su cultura musical, sino en lo más grande que puede ofrecer un torrevejense. Aunque en la isla caribeña, cuajada de ritmos y sones, la habanera sea un género menor que se recupera ahora y no tiene la tradición que perdura en España en zonas como Cataluña, País Vasco o Torrevieja, los especialistas sitúan el origen de este canto romántico de amores y desamores, tal y como se interpreta ahora en Europa, y no en la isla caribeña.

Cuba

Coro mixto muy premiado internacionalmente que participó en el Certamen Internacional de Habaneras y Polifonía en el año 2004,«Entre Voces» interpretó la habanera «A tu lado» de Matías Antón y «Morir por ti» de Leonardo Barquilla Luján. Su presencia en la cajita de música en la que se convierten cada verano las Eras de la Sal, ha sido posible gracias al patrocinio por primera vez de varias empresas a la celebración del Certamen, y a la renovada relación entre Torrevieja y La Habana, que se reflejó en la cálida visita del embajador cubano en la ciudad hace unos meses.

La asistencia de público sigue siendo un reto para este evento musical. Todas las veladas han superado ampliamente la mitad del aforo del histórico recinto, pero sin llegar a llenarse a pesar de que la ubicación del nuevo jurado frente al tornavoz ha eliminado varias filas de asientos. El horario -las veladas se inician a las once de la noche-, y la exigencia de una norma de etiqueta mínima que coge desprevenido a más de un turista en bermudas y con entrada son dos factores que no ayudan. El Certamen sí ha ganado en esta edición en agilidad con la alternancia de interpretaciones de polifonía y habaneras. Aunque mantiene su público fiel, el de abono, vecinos de Torrevieja y la Vega Baja que todavía recuerdan la primera edición del certamen1955, y convierten su presencia en las Eras de la Sal en un ritual del verano torrevejense.