El futuro de la fiesta de Orihuela está más que garantizado y eso es algo que demostraron ayer cientos de niños en el Desfile Infantil de Moros y Cristianos que recorrió las calles de la ciudad.

Se trata de una cita anual en la que los pequeños ponen todo su empeño para demostrar que aspiran a desfilar tan bien o incluso mejor que sus padres y madres. Y no les falta detalle. Ayer exhibieron una gran variedad de trajes como los que usan los mayores pero realizados a escala. Las niñas cruzaron exultantes luciendo distintos tipos de maquillajes, todos muy vistosos, y los niños desfilaron igualmente agrupados y poniendo todo su empeño para que las filas avanzaran en línea recta y al son de los acordes moros y cristianos. También hubo banderas con los emblemas que distinguen a cada uno de los colectivos festeros y que fueron portadas con esfuerzo e ilusión por los elegidos para ese cargo.

Otra de las características estampas que dejó ayer el desfile dedicado a los pequeños fue la de muchas madres empujando carritos de bebé y acompañando asimismo a algunos otros hijos, los más pequeños de la casa, luciendo todos ellos los trajes de sus comparsas. El esfuerzo de los menores por demostrar que también ellos se sienten parte de la fiesta despertó intensos aplausos entre el público que se concentró durante todo el recorrido y que pudo comprobar que Orihuela tiene una buena cantera que garantizará la continuidad de los festejos.

El próximo desfile será el de la entrada Cristiana mañana viernes por la noche mientras que al día siguiente llegará la despedida con las huestes moras.