Miles de torrevejenses y turistas quisieron acompañar ayer a la patrona de los pescadores, la Virgen del Carmen, en su tradicional procesión por las calles del municipio.

Poco después de las 19 horas se celebró una eucaristía en la parroquia de la Inmaculada que dio paso a la solemne procesión por varios céntricos viales del municipio, hasta llegar al puerto. Allí, la protectora de los marineros se embarcó en el Rosa María Juárez, el barco encargado este año de llevar a la Virgen del Carmen en procesión marítima por la bahía. La embarcación se engalanó para la ocasión con banderas y flores y un gran «¡Viva la Virgen del Carmen!» cuyas letras estaban formadas por claveles. Otros seis barcos pesqueros, la mitad de palangre, hicieron de escolta de la patrona marinera.

A su regreso a tierra y ante el júbilo de los presentes, se entonó una sentida «Salve Marinera», tras lo cual la imagen regresó a la Parroquia de la Inmaculada.

Así se puso fin a un 16 de julio cargado de emociones para los trabajadores de la mar, que agradecen la protección de su patrona.

Cucaña

Antes, a las 11 de la mañana, sonaron los cohetes para anunciar el inicio del juego más tradicional y divertido que se celebra este día. La cucaña congregó a unos 20 participantes que trataron de demostrar su habilidad atravesando un palo engrasado para alcanzar el pañuelo rojo. El primero en lograrlo se llevó 60 euros y fue un joven torrevejense, Vicente Rebollo. También lo consiguió Joaquín Almarcha y el conocido Juan Carlos Mercader «El Pollo», quien dedicó el premio a su hermano recientemente fallecido.