Una factura de una comida celebrada por el equipo de gobierno y un asesor por 430 euros, una compra de dos máquinas impresoras por 7.200 euros o un gasto de 19.000 euros en la construcción de dos barbacoas en el paraje del Oasis. Esos son algunos de los gastos que ha criticado el Partido Independiente por las Nacionalidades (PIPN) de San Fulgencio, que acusa al quipo de gobierno que lidera Carlos Ramírez (PP) de despilfarrar el dinero público de un municipio que arrastra una deuda de más de ocho millones de euros. «Nos parece vergonzoso que el alcalde haya subido el IBI y que tenga a más de 400 familias pagando contribuciones especiales en la Urbanización el Oasis -muchas de las cuales ni siquiera pueden hacerlo puesto que las cuantías son muy altas- y que él y su equipo de gobierno no tengan el más mínimo reparo ni vergüenza en hacer este tipo de gastos, sin contar todas las fiestas que se sacan de la manga como la de zombis o andaluza, algo que no nos parecería mal si el Ayuntamiento no tuviera la deuda que tiene», critican desde el PIPN, que aseguran que incluso la Concejalía de Fiestas se ha gastado todo el montante para este ejercicio.
Las concejalas de esta agrupación, Samantha Hull Y Rosario Mejías de Dios, se preguntan «cuántas modificaciones del presupuesto más necesitan hacer» para seguir con su ritmo de gasto «porque llevamos este año ya demasiadas», recordando que ya dijeron que el presupuesto aprobado por el equipo de gobierno era irreal. «Carlos Ramírez miente y su equipo de gobierno se lo permite y votan a favor en las juntas de gobierno ya que todo se gestiona y se aprueba por junta de gobierno local y no por Pleno, en el que solo da cuenta. Esto es una manera de hacer lo que les da la gana sin tener que dar explicaciones a la oposición», valoran desde la formación política.
