Queda patente que para el PSOE no corren buenos tiempos, ha perdido su identidad, no tiene una hoja de ruta clara y muchísimo menos una dirección donde enfocar sus políticas en beneficio de la ciudadanía. Su única acción en clave electoral ha sido vetar de manera constante y permanente las políticas de Mariano Rajoy y del Partido Popular.

Pues bien, eso se ha traducido en una pérdida de confianza por parte de sus ya escasos votantes que pudimos observar el pasado 20D donde obtuvieron unos pésimos resultados electorales. Parece ser que les supo a poco y siguieron con una actitud similar, lo que se cristalizó hace un par de semanas en otro varapalo electoral con el que volvieron a tocar fondo con 85 diputados, su peor resultado de la historia.

Es triste pero a la vez cierto que estos resultados son un fiel reflejo de la situación que viven los socialistas en la mayoría de Ayuntamientos e instituciones provinciales o autonómicas donde tienen representación, indiferentemente de que esta sea en gobierno o en oposición.

Estos días me vienen a la cabeza las desafortunadas declaraciones que protagonizó la concejala socialista oriolana María García la pasada semana en las que ponía en duda la gestión de nuestra compañera Sofía Álvarez en lo que respecta al servicio de socorrismo en nuestras playas.

Pero las comparaciones siempre resultan odiosas y, en este caso, si nos apoyamos en las evidencias que se han ido produciendo hasta ayer, miércoles 6 de julio, todavía más. Por una parte, en Orihuela, mi compañera Sofía Álvarez gestionó, trabajó y buscó soluciones para que las playas de nuestra ciudad no quedaran sin servicio de socorrismo.

Está claro y somos conscientes de que hay situaciones que no dependen de nuestra voluntad y, por ello, donde un político demuestra su valía es encontrando soluciones a los problemas que surgen en el ejercicio de sus responsabilidades y no llevando una hoja de ruta invariable e inservible como le sucede al partido socialista.

Quizás la señora García en su intento de defenestrar la imagen del Equipo de Gobierno del Partido Popular de Orihuela no ha tenido tiempo para fijarse en la "gran" gestión llevada a cabo por el de Torrevieja, con el consiguiente perjuicio para la imagen de esta ciudad y sobretodo de los torrevejenses y sus turistas.

En nuestra vecina Ciudad de la Sal no sólo ha habido una nefasta gestión a la hora de contratar el servicio de socorrismo, sino que no se ha producido una reacción coherente y diligente por parte de sus gobernantes, típico por otra parte de los gobiernos del cambio. Pero la verdad, si tenemos en cuenta que el Equipo de Gobierno de Torrevieja lo conforma ni más ni menos que un pentapartito, (de esto Orihuela sabe bastante) es lógico que se encuentren sumidos en el desconcierto y en el descontrol que habitualmente caracterizan su gestión y por ende en la calidad de la gestión de los servicios públicos.

Seguramente la concejal socialista oriolana María García haya reflexionado y se habrá dado cuenta que cuando militas en un partido que ha sido tan relevante en nuestro país, debe observar todos los comportamientos que la rodean en el seno del mismo para no hacer el ridículo de una manera tan estrepitosa. Primero, exigiendo la dimisión a alguien por aportar soluciones y segundo guardando silencio ante unas declaraciones vertidas por sus compañeros idénticas a las que hace una semana criticó con vehemencia por ser una gestión del PP.

Por consiguiente, no puedo concluir de otra manera distinta con la que empecé estas líneas?el PSOE tiene un doble rasero.