Las fiestas patronales y de Moros y Cristianos de Rojales vivieron ayer su día grande con el gran desfile que transportó a los asistentes a la historia del imperio musulmán y su posterior reconquista por parte de los cristianos, en una colorida cita que reunió, como cada año, a las siete comparsas de la localidad.

Los del bando de la Media Luna fueron los encargados de abrir el desfile, que se prolongó durante horas, y que partió desde el centro médico de la localidad para llenar las calles del centro, hasta recorrer un poco más allá de la Plaza de España, donde se encuentra instalado el castillo. Así, Benakíes, Almohades, Bereberes y Tuareg representaron al pueblo musulmán que un día habitó todo el sur de la región conocida como Al-Andalus. La vistosidad de los trajes e impresionantes maquillajes pusieron la nota de color en el bando moro.

Los Piratas, que ostentan este año la capitanía de las fiestas de Moros y Cristianos fueron los encargados de abrir la representación de los del bando de la Cruz. Contrabandistas y Guerreros del Cid representaron así las distintas tropas cristianas que mañana abrirán el desfile para escenificar la toma de la ciudad y el fin del imperio musulmán.

Tras el desfile, la fiesta siguió en las distintas kábilas y cuartelillos de la localidad, instaladas en el Recinto Ferial y sus alrededores, donde los festeros también pudieron disfrutar de la tradicional feria de las fiestas de San Pedro Apóstol, con gran éxito de afluencia, ya que los vecinos de la localidad se le suman, como cada año, visitantes de numerosos municipios de la comarca, sobre todo los más cercanos como Formentera, Benijofar, Guardamar o Almoradí.