Las relaciones institucionales no son el fuerte de la explotación salinera desde que está en manos del Grupo Salins, pese a su relevancia histórica para Torrevieja. Con la renovación a la baja hace tres años del canon del Estado por la explotación y el proyecto de visitas turísticas, parecía que ese enfoque había cambiado. El despido de personal y el bloqueo del proyecto de visitas turísticas, que debería estar en marcha desde el verano pasado no han ayudado. D. PAmies