La corporación de Albatera pedirá a la Generalitat Valenciana que suprima la Sierra de la localidad como una zona apta para acoger una planta de tratamiento de basuras. Lo hará a través de una moción que están consensuando los cuatro grupos municipales (PSOE, Ciudadanos, PP y UPyD) y se apoya en los informes geológicos presentados en su día por el colectivo Albatera no al vertedero que desaconsejan la apertura de este tipo de instalaciones.

La alcaldesa en funciones, Rosario Ballester, explicó que la citada moción tiene por objeto invitar al gobierno valenciano a descatalogar el suelo previsto para implantar un vertedero basándose en estudios realizados sobre el terreno. Aunque los citados informes fueron ya presentados cuando se adjudicó la construcción del macrovertedero a Cespa-Ortiz, la Generalitat no los tuvo en cuenta y el Consorcio de Residuos sólo rescindió el contrato del Plan Zonal cuando se le achacaron presuntos incumplimientos al contratista, obviando los citados informes. Y ahora, el consistorio quiere que se revise a conciencia toda esa documentación.

Cabe recordar que el estudio geológico realizado para analizar las características del subsuelo de la Sierra, más concretamente del paraje de El Cocón, concluyó que en algunos puntos existen bolsas de agua a una profundidad de tan sólo 3,4 metros, por lo que si se instalara un vertedero existiría un «peligro de afección a las aguas subterráneas», en concreto, al acuífero de la Vega, situado a menos de un kilómetro. El informe fue realizado por la consultoría «Consulteco», regentada por el profesor de la UA José Manuel Sellés, y abordó el análisis de los factores geológicos, hidrogeológicos y geotécnicos de mayor importancia. Así, se realizaron hasta siete catas en diferentes puntos con el objetivo de conocer a fondo las particularidades de los diferentes estratos. Los resultados reflejaron que dicho paraje no presenta las características necesarias para acoger un vertedero cuya actividad podría producir afecciones irreparables al medio ambiente y afectar a la salud de las personas.

Fuga de lixiviados

Los expertos apuntaron que existiría «riesgo de fuga de lixiviados hacia el barranco cuyas aguas servirían de transporte de dichos lixiviados hacia las poblaciones de Cox y Albatera», que se encuentran a unos cinco kilómetros de distancia o que los estratos del terreno, formado principalmente por arcillas limoarenosas, presentan «una permeabilidad suficientemente alta como para que cualquier vertido se extienda a otras zonas». Recordaron asimimo que la zona está «está dentro de un conjunto de fallas que están sufriendo un reajuste, por lo que la ocurrencia de un pequeño sismo podría arruinar las barreras dispuestas en el vertedero para impedir las fugas de lixiviados».