No soy dado a escribir en periódicos, salvo cuando me solicitan entrevistas y me prometí a mi mismo no referirme a ningún o ninguna compañera de la oposición al hablar de mi gestión o la de mi equipo de gobierno, pero tras la tribuna aparecida en Información, escrita por María Gómez, portavoz del P.P. en Almoradí no me queda otra que escribir estas líneas a modo de contestación.

En primer lugar he de decir que tanto mi equipo de gobierno como yo, hemos respetado e incluso valorado (en algunas facetas concretas) el trabajo de María Gómez, públicamente y en privado y no entiendo como ella misma, por si sola, insiste en restarse valor y en caer en el más absoluto de los ridículos en sus intervenciones públicas. Mi conclusión no puede ser otra que esta persona vive en la más completa irrealidad y no soporta, nunca lo ha soportado, la cultura democrática en la que vivimos. Este vivir a espaldas de la realidad la hace llenarse de rabia e impotencia que transmite intentando hacernos ver lo que solo ella percibe, convenciendo a sus acérrimos y a pocas personas más. Porque la realidad es bien distinta a la que ella describe, y la realidad pueden y deben de criticarla los partidos de la oposición, pero que lo haga ella en concreto, viniendo de donde venimos...

Que cualquier dirigente del PP hable de transparencia en la Comunidad Valenciana, no solo es que suene a chiste, si no que es una falta de respeto al raciocinio y al buen entender de la ciudadanía de esta tierra. Que esta señora se permita el lujo de describir unas formas dictatoriales en los plenos actuales, cuando en los de su tiempo, solo se oían gritos e insultos y ninguna contestación, ni a los concejales electos, ni al público, empleando la tan socorrida forma de «contestaremos en tiempo y forma», me parece un insulto a todas y todos los almoradidenses. Esta señora, que proclama y exige la necesidad de transparencia, fue incapaz de realizar un traspaso de poderes cuando entramos a gobernar.

A esta señora nunca se le ha mentido, a diferencia de ella, que mintió a este alcalde en Comisión Informativa, cuando era jefe de la oposición.

Que hable de falta de transparencia cuando en un año de gobierno se les ha dado (a la oposición) acceso a Gestiona, pertenencia en la Junta de Gobierno Local y se han convocado más comisiones informativas que en la anterior legislatura, demuestra que solo está en la política municipal para mentir y conducir su rabia e impotencia en contra de nosotros o de cualquiera que evite su sueño, que no es otro que el sillón de Alcaldía, que no puede conquistar por sí sola.

La alegre realidad es que solo por ver la satisfacción y la tranquilidad con que las vecinas y vecinos de mi pueblo vienen a resolver sus problemas al consistorio ya ha merecido la pena el cambio. La triste realidad es que la ilusión que reclama María Gómez, la debe de insuflar entre los militantes y simpatizantes de su partido en Almoradí, aunque mucho me temo que eso solo pasa porque ella abandone su carrera política y deje pasar a alguien nuevo, que viva de verdad la realidad de su pueblo.