Un jurado popular declaró ayer culpable al acusado de matar a su cuñado, con ocho puñaladas, el 28 de enero de 2015 en Torrevieja. La última sesión del juicio, que se ha extendido durante tres días, acabó ayer por la tarde, dando por juzgado el caso de homicidio. Al delito de homicidio, el jurado sumó el agravante de abuso de autoridad, al considerar que el acusado acudió armado con dos cuchillos a buscar a la víctima. El jurado descartó el agravante de parentesco, por lo que el acusado se enfrenta a una pena, que debe fijar el juez, de entre 12 y 15 años de prisión.
Todas las partes, fiscal, acusación particular y defensa, coincidieron desde el inicio del juicio en que el acusado, N. K., era el autor del homicidio de su cuñado, el hermano de su mujer, con el que, según se dijo durante las sesiones, no guardaba una buena relación. Es más, al parecer, la víctima tenía una deuda contraída con él de unos 850 euros.
El acusado mató a la víctima después de discutir y mantener un forcejeo en la calle, asestándole ocho puñaladas con dos cuchillos de grandes dimensiones. Uno de los cuchillos apareció debajo del cuerpo de la víctima, que falleció como consecuencia de una de las puñaladas que le afectó a la zona del riñón, y el otro fue localizado, posteriormente, en la basura del restaurante del acusado.
El acusado sostuvo durante su declaración durante el juicio que la tarde previa al encuentro con su cuñado estuvo bebiendo bastante alcohol, por lo que no recordaba muchas de las cosas que pasaron el día de los hechos.
Esta premisa, que el fiscal y la acusación particular han tratado de desmontar durante el juicio, también fue ratificada por su mujer, que testificó en la segunda sesión de la vista oral, y admitió ante los miembros del jurado popular que su marido había bebido alcohol y que cuando bebe suele mostrar una actitud muy violenta.
La hermana de la víctima también declaró que su marido, antes de marcharse de casa la tarde del 28 de enero, le dijo algo así como «voy a por tu hermano», y que cuando regresó le confesó que «me he cargado a tu hermano».
Durante el juicio, la defensa ha tratado de desmontar dos agravantes al delito de homicidio. Uno de ellos es el de parentesco. En este sentido, el abogado de la defensa aseguró que el agresor llevaba varios años sin mantener contacto con la víctima, con la que, al parecer, no se llevaba bien.
Otro agravante que ha sido analizado estos días ha sido el de abuso de autoridad, ya que la calificación de fiscal y la acusación particular han mantenido que el agresor se dirigió a buscar a la víctima a su casa con dos cuchillos de grandes dimensiones, y que se aprovechó de que su cuñado estaba indefenso para agredirle, con intención de acabar con su vida.
Por su parte, la defensa argumentó que el acusado también fue agredido durante el forcejeo que mantuvo con su cuñado, y que presentó heridas en un brazo y una pierna, por lo que se podía entender que actuó en defensa propia. En su declaración, el acusado se mostró confuso. Primero dijo que no llevaba ningún cuchillo, y luego dijo que sacó uno.
