De nuevo en pie de guerra. El Ministerio de Agricultura ha comunicado su pretensión de ceder agua de los embalses de la cuenca del Segura a los regantes que se nutren del Tajo. Según la información facilitada por el Juzgado de Aguas de Almoradí, presidido por Carlos Barrera, la intención es que se le concedan 5 hm3 a los del trasvase durante cada mes de verano, algo a lo que no están dispuestos alegando que no disponen de reservas suficientes.

Barrera explicó que el objetivo es que el trasvase devuelva ese agua en meses venideros aportando la que procede de desaladoras y que se deposita en el pantano de la Pedrera. No obstante, Barrera cree que finalmente eso no ocurrirá puesto que no existen conductos para llevar el agua desde ese pantano hasta las acequias del regadío tradicional. Por ello, sospecha que la decisión última será la de abrir nuevos pozos de sequía, algo que enerva a los regantes tradicionales al considerar que están cediendo el agua de buena calidad y ellos se quedarán con una menos recomendable para las cosechas.

Según el juez de Almoradí, la decisión del Ministerio implica la cesión de entre 25 y 30 hm3 de agua al trasvase. El mismo recuerda que los regantes de la Vega Baja ya entregaron un escrito de alegaciones explicando que de persistir la ausencia de lluvias en primavera estarían abocados a una sequía «al no poder disponer de unas dotaciones de agua que hoy están en nuestros embalses y que servirían para poder hacer frente a las contingencias. Pues bien, estamos en junio y por desgracia no ha llovido, encontrándonos en una situación de prealerta».

Otro aporte más

Carlos Barrera recuerda que hoy por hoy están funcionando los pozos del Sinclinal de Calasparra, que contienen agua de buena calidad, y que el Ministerio aprobó una cesión de 25 hm3 de ese recurso a los regantes del trasvase a partir del 1 de febrero de 2016. «Si durante los próximos meses se les concede otros 25 o 30 hm3 de nuestros pantanos, ¿qué dotación quedaría para regar nuestras tierras?», se preguntó. Por todo ello, él y otros regantes, consideran que esta es «una decisión injusta, arbitraria y electoralista puesto que no se comprende cómo a unos regantes con derechos de concesiones de agua del Segura se les desposee de las aguas de los pantanos y otros, los del trasvase, que no tienen tales concesiones, reciben agua tanto de los Pozos del Sinclinal, de alta calidad, como parte de la depositada en los embalses del Segura». Creen que la solución sería que les dieran agua del Tajo, ahora que parece hay más reservas.