La edil de Cambiemos Orihuela Marta Guillén pidió ayer al alcalde, Emilio Bascuñana (PP), que elabore un plan de conservación y restauración del casco histórico de la ciudad, tras la enésima caída de cascotes de un edificio de centro de la ciudad, esta vez el pasado fin de semana en la Calle José María Sarget, como ya publicó este diario.

Guillén apuntó a que «después de este hecho, lo único que sabemos es que el Ayuntamiento instalará una malla verde de protección para evitar nuevos desprendimientos, que con un poco de suerte guardará la forma original del edificio, pero eso no es una solución». Se trata, según la edil, no ya de un problema estético ni patrimonial, «sino de seguridad, ya que puede ocurrir una desgracia» en uno de esos desprendimientos.

La caída de cascotes del pasado sábado se registró sin daños personales pero los trozos de piedra caída aún eran visibles ayer, pues desde el Consistorio lo único que se hizo fue acordonar la zona, cortando el paso a viandantes en una zona con una acera ya estrecha de por sí.

Guillén insistió en la elaboración de este plan «con objetivos reales y desarrollado por fases» y recordó que es el Ayuntamiento quien debe velar por el buen estado de conservación del casco histórico, aunque se trate de edificios privados por la declaración de interés monumental.

A este respecto pidió al alcalde «que abandone el discurso vacío de la declaración de la ciudad como Patrimonio de la Humanidad y se ponga a trabajar realmente en la conservación y puesta en valor de este patrimonio», para abandonar la estampa de deterioro que presenta el centro de la ciudad.