Diferentes asociaciones de vecinos y plataformas ciudadanas se han concentrado junto a las instalaciones del vertedero de Proambiente, entre Orihuela y Abanilla, para recordar la batalla que han librado durante los últimos cinco años hasta conseguir que cesara la actividad de la planta y obligar a la Administración a hacer frente al grave problema medioambiental. Se trata de un gesto para conmemorar el Día Mundial del Medio Ambiente, celebrar que sus reivindicaciones han sido escuchadas y recordar que seguirán trabajando hasta que se regenere todo el entorno.

Según trasladaron desde el colectivo Vertivega, "tras muchos años tenemos muchos motivos que celebrar como que hemos cerrado el vertedero, que el juicio por enterramientos ilegales de basura comenzará en poco tiemp o que hemos conseguido que Valencia reconociera su responsabilidad...Pero a costa de haber visto, con nuestros propios ojos, como los lixiviados llegaban a nuestra puerta, como varios incendios envenenaban nuestro aire y los residuos degradando nuestros campos de cultivo".

En este sentido, dijeron que no sólo han conseguido que se cerrara el vertedero, sino que ahora viene lo más importante que es "su sellado, descontaminación, clausura y reforestación". "Para ello desde Murcia vienen 5 millones de euros, más otros dos o tres desde Valencia más otros dos que aporta el Ministerio. Unos 10 o 12 millones de euros van a ser utilizados en reparar lo que nunca se debió dañar"

Así, repasaron que en la parte murciana "ya han acometido los primeros trabajos de una fase de emergencia con una duración de 8 mese en los que se está ajustado los vasos 1 y 2 y sellando el 3, construyendo una balsa de 52.000 metros cúbicos y dotando de bombas hidráulicas para la conducción de los lixiviados".

En la parte valenciana "se va a construir una balsa de acopio de lixiviados y se van a sellar convenientemente todos los vasos ilegales compartidos. Además se va a experimentar con una biorremediación a base de cultivo de bacterias, que hará que desaparezcan los gases que causan perjuicios a la población a favor del metano que es convertido en energía eléctrica por la empresa que se ubica en el vertedero".

A la reunión celebrada a las puertas del vertedero acudieron concejales de Orihuela como Antonio Zapata y Karlos Bernabé, la alcaldesa pedánea de La Murada Mari Perea, miembros de otras plataformas como Albatera No al vertedero y la Plataforma en defensa de la Huerta y contra la corrupción, vecinos de La Murada y de Abanilla y miembros de Vertivega.

Sobre todo este grave caso de contaminación ambiental, recordaron que está previsto que en poco tiempo comience el esperado juicio de los enterramientos ilegales de basura en fincas agrícolas y que también se abordarán cuestiones importantes como que "está demostrado que los lixiviados acumulan metales pesados en frutas y hortalizas". A este respecto, alertaron que "una finca cercana está empezando a amarillear en su totalidad y muy probablemente, de no poner remedio, veremos como empieza a salir humos de algunas fincas de limoneros o naranjas.. Esos árboles deben ser arrancados ya y esa tierra debe ser descontaminada de forma ecológica e inocua, tal vez mediante biorremediación, porque es una falacia pretender que sean llevados los millones de toneladas a algún vertedero por estar todos con problemas de capacidad en la actualidad".

Campoamor

Los distintos colectivos abordaron otros problemas medioambientales que afectan a la Vega Baja como el del antiguo vertedero de Campoamor, sobre el cual dijeron encontrarse "muy felices al haber colaborado en su solución. "Se ha conseguido apagar el incendio que duraba años y envenenaba el aire, así como el sellado y la clausura de ese vertedero incontrolado".

Y con respecto al Plan Zonal de la Vega Baja, repasaron que "además de haber colaborado activamente en conseguir que no se pusiera el vertedero de Albatera y la planta de transferencia en Cox, desde Vertivega impulsamos una solución integral que dará fin a los problemas de la eliminación de los residuos. Junto a la Dirección General de Calidad Ambiental valenciana visitamos la planta de Algimia de Alfara y nos valió la visita para saber exactamente qué es lo que no nos hace falta en la Vega Baja".