Está catalogado como uno de los 13 jardines más singulares de la provincia de Alicante, pero su mantenimiento supone un pequeño quebradero de cabeza para el Ayuntamiento de Jacarilla. El patrimonio vegetal que atesora la finca en la que se ubica el Palacio del Marqués de Fontalba está resultando muy difícil de mantener para un municipio de menos de 2.000 habitantes. Hasta ahora la Diputación viene subvencionando un proyecto para garantizar los cuidados de este espacio de 20.000 metros cuadrados contratando a una empresa especializada. Pero esa ayuda sólo se contempla durante seis meses al año, mientras que los seis meses restantes el consistorio se las ve y se las desea para poder prestar los cuidados que se precisan.

Para tratar de conseguir inversión «y porque le dije que si se lo enseñaba en fotos no se lo creía», la regidora de Jacarilla, Pilar Díaz, invitó recientemente al diputado provincial de Medio Ambiente, Javier Sendra, y al vicepresidente de la comisión del área, Joaquín Hernández, a realizar una visita a este singular rincón del municipio. El recorrido comenzó por la característica «Puerta de los Leones» donde se puede contemplar una avenida de esbeltas palmeras. El jardín es de planta rectangular y estilo neohistoricista con elementos neoclásicos, árabes y renacentistas. Entre sus puntos de interés destacan la gruta de la Virgen de la Almudena, realizada con rocas de mar; el reloj de sol; estatuas y fuentes; algunos templetes, glorietas y columnas. Aunque para su mantenimiento el consistorio cuenta también con la ayuda de los alumnos de la escuela agraria de El Campico, «no podemos asumir todo el trabajo durante la mitad del año con una persona de mantenimiento y el conserje del colegio, que también echa una mano».

Entre los jardines se erige la a Casa-Palacio de los Marqueses, un edificio que está pendiente de la declaración de Bien de Interés Cultural mientras el consistorio trabaja para restaurar poco a poco. Gracias al remanente positivo del pasado año se quieren invertir ahora 120.000 euros en reparar la cubierta principal y evitar así que las filtraciones de agua sigan deteriorando el edificio.