La gestión del inventario de donaciones de particulares al Ayuntamiento, sobre todo de carácter cultural e histórico, ha sido un «caos» y un «desorden» durante mucho tiempo, en opinión de los concejales del equipo de gobierno Alejandro Blanco (Cultura) y Víctor Ferrández (Patrimonio). El gobierno local anunció ayer que ha decidido documentar de forma rigurosa ese inventario, y poner en marcha un protocolo de supervisión y fiscalización de los traslados que se producen de forma periódica, por ejemplo, para exposiciones. Sobre la situación de los bienes con los que se encontró el gobierno hace ahora un año Ferrández, explicó, por ejemplo, que en 2013 salieron del archivo municipal unas 70 piezas para la exposición dedicada al compositor Ricardo Lafuente, «En clave de sol y sal». Cuando ese material regresó a su lugar de custodia habitual, faltaban cuatro elementos -y todavía no han aparecido-, según el informe de la funcionaria responsable del archivo. Ambos ediles indicaron que hasta el mandato anterior ese material era custodiado por personal eventual -asesores de la Alcaldía-, y no funcionarios.

El gobierno subrayó ayer que el hecho de que no se conozca la ubicación exacta en las dependencias municipales de esas piezas no significa que hayan desaparecido, sino que no hay un control sobre su ubicación, y que cuando se revise todo el inventario se dará cuenta de la situación global.

Validar

Blanco dijo que desde ahora cada una de las piezas contará con su expediente de donación y distintas garantías para validar su pertenencia al inventario, como sellos y números de identificación, y sobre todo, con la supervisión de personal que sea funcionario. También habrá respaldo fotográfico que la identifique, algo que ahora, no existe en la mayoría de los casos.