Hace dos semanas fue la gasolina y esta ha sido la luz eléctrica. Las dependencias del área de Urbanismo de Orihuela y, al menos, en el consultorio de la pedanía de La Murada tuvieron ayer un repentino corte de luz que no se debía a avería alguna, más bien al impago de las facturas pendientes. Así lo confirmó el diario de fuentes municipales, que achacaron el problema, una vez más, al retraso en el área de Intervención en dar autorización al pago de las deudas pendientes. Quedarse sin luz en una administración es poco menos que tener que echar el cierre, y lo mismo se puede decir de un servicio público como es un consultorio médico. Ordenadores apagados y despachos a oscuras que dejan a los trabajadores sin tarea y a los ciudadanos desatendidos. Otras dependencias municipales externas al Palacio del Marqués de Arneva, sede consistorial, se encontraron en una parecida situación de apagón. El Ayuntamiento, tras conocer lo ocurrido, comenzó a correr para dar una solución.
Los problemas para pagar en Orihuela -cuando las arcas públicas tienen cerca de 13 millones de euros contantes y sonantes- siguen creciendo pese a que el equipo de gobierno que encabeza Emilio Bascuñana (PP) ha puesto en marcha recientemente dos medidas de choques para agilizar los abonos y aquella tramitación burocrática que precisa de un preceptivo informe económico porque supone un gasto para las arcas públicas.
Informe
Uno de ellas fue limitar la tarea de fiscalización de contratos menores (hasta 18.000 euros) a través de un acuerdo plenario; y la otra fue apoyarse en un informe de Secretaria que considera que transcurridos diez días desde que se solicita un informe al responsable de Intervención sin recibir respuesta el asunto puede seguir su trámite de aprobación.
Así, por ejemplo, se aprobó hace nueve días en junta de gobierno sacar a licitación el servicio de salvamento y socorrismo -que en teoría debería comenzar a funcionar en dos semanas- o el aumento del sueldo a un asesor adscrito al departamento de Turismo que encabeza la concejala Sofía Álvarez. El Ayuntamiento no sólo tiene problemas con las facturas pendientes de pago, también con las que se presentan fuera de plazo, caso de los vencimientos anuales. Este fue parte del problema que surgió hace dos semanas con las tarjetas de combustible que sirven para llenar los depósitos de todo el parque móvil municipal y que estuvieron durante dos días bloqueadas hasta que desde Alcaldía se le dio una solución. El Ayuntamiento sabía que los impagos podía ocasionarle en cualquier momento un susto, como así ha ocurrido, y aún hay otras facturas pendientes y tan sensibles como estas.
