El escaso caudal que lleva el río Segura a su paso por algunos tramos de la Vega Baja, especialmente en el término de Rojales, ha destapado la acumulación de lodos que permanecen en el fondo del cauce por la evidente falta de labores de mantenimiento. La situación revela una estampa que no gusta nada a los vecinos y que preocupa al Ayuntamiento, que ha solicitado varias veces en la última semana a la Confederación Hidrográfica del Segura que lo limpie sin obtener respuesta.

Los lodos estancados permanecen especialmente en el tramo que cruza el casco urbano, junto al puente de Carlos III. Aunque por el momento no emanan malos olores, según aseguró ayer el alcalde de la localidad, el socialista Antonio Pérez, éste cree que hay que actuar antes de que esa situación se produzca cuando suban las temperaturas y se resequen.

El regidor apuntó que la administración local ya está sopesando la posibilidad de encargar a alguna empresa especializada la limpieza del cauce, claro que primero tienen que clarificar qué pasos tendrían que seguir para no invadir competencias de la CHS y acabar metiéndose en un lío al intentar solventar esta situación

Lo cierto es que no es la primera vez que el Ayuntamiento de Rojales se ve obligado a actuar para garantizar la salubridad en el río Segura. Hace pocos meses se contrató a otra empresa para que limpiara el cauce de cañas y basura flotante debido a que según manifestaron desde el consistorio, la CHS tampoco atendió los requerimientos del municipio. Y esa misma situación no se ha dado sólo en Rojales. Desde el Sindicato de Riegos de Almoradí también se han sucedido las quejas por la falta de tareas de limpieza en el río, donde se acumulan excesivos cañaverales que, en caso de que se produjera una fuerte crecida, podrían ocasionar problemas. También en Guardamar el Ayuntamiento optó por limpiar la basura que permanecía en una pantalla flotante junto al río, donde se acumulaban decenas de kilos de residuos, especialmente envases plásticos.

Varios de los alcaldes de la comarca apuntan su malestar debido a que consideran que la CHS ha venido reduciendo las partidas presupuestarias que destinaba antes a la limpieza y el mantenimiento del cauce del río y ahora quiere que los Ayuntamientos asuman esa tareas y sus costes, algo con lo que los municipios no están del todo de acuerdo ya que consideran que no es una competencia municipal sino que es responsabilidad de la Confederación.