El Ayuntamiento de Callosa de Segura cerró ayer al tráfico una parte de la calle Rambla Baja tras detectar que una parte del firme presentaba un hundimiento de entre 15 y 20 centímetros. Operarios de la empresa concesionaria del agua, Aqualia, realizaron catas en la zona afectada que revelaron que el terreno se había reblandecido debido a una fuga en el sistema de alcantarillado.

Según fuentes municipales, durante la tarde de ayer técnicos de la administración local y otros de la citada mercantil estuvieron realizando distintas catas y mediciones en ese punto de la calzada para determinar si se trataba de un hecho aislado o si por el contrario estaba afectado a otras partes de la carretera.

Se trata de uno de los viales más concurridos del municipio al situarse en una de las intersecciones de la Avenida Constitución, transitada cada día por miles de vehículos al ser una de las principales calles que atraviesa el casco urbano callosino.

Según los primeros indicios, el problema no reviste demasiada gravedad y será suficiente con reparar esa fuga de agua de la red de alcantarillado y volver a cerrar el socavón abierto ayer en este punto. No obstante y por motivos de seguridad, ayer se prefirió cerrar al tráfico la calle hasta tener la certeza del estado de firme.

Aunque al parecer se trata de una simple rotura, el hecho causó cierta alarma entre los residentes de esta zona, que conocen que en otro vial del municipio, la calle Salitre, otra fuga de agua provocó el hundimiento de la calzada y se tuvo que desalojar a cuatro familias. Las casas probablemente tendrán que ser derribadas porque tienen daños en su estructura.