«Este año voy a poner una sombrilla más grande justo en la orilla», asegura desafiante a INFORMACIÓN Jesús, el vecino madrileño que fue multado por reservar espacio en primera línea de playa del Cura por la Policía Local de Torrevieja. El sancionado, que recurrirá la multa hasta donde pueda, conoce bien la zona. Nació en Orihuela, aunque ha vivido y trabajado siempre en la Comunidad Autónoma de Madrid, y sus vacaciones, desde hace más de veinte años, las pasa en Torrevieja. Alquila un apartamento en primera línea, a ser posible, durante la primera semana de septiembre con toda la familia.

Lo que le pasó el 2 de septiembre de 2015, su primer día de vacaciones, no le había ocurrido nunca en sus estancias de sol y playa torrevejenses. Explica que dejó dos sombrillas y una silla en la arena y se fue a pasear por la playa. «Recién llegado, apetece dar una vuelta por la playa, y dejé las cosas sobre las nueve y media de la mañana. Conocemos los carteles que prohíben ubicar las sombrillas antes de las ocho para evitar problemas con las máquinas de la limpieza», matiza. Esos carteles están instalados en muchos de los accesos con escaleras a las playas de la ciudad. «Parece que la gente no va a poder ir ni a orinar, y la Policía considera que dejar las cosas un rato es abandonarlas para reservar sitio (que es lo que penaliza la ordenanza). Cuando regresé varios bañistas me alertaron a voces de que los policías se habían llevado las cosas a la furgoneta. Fui a rescatarlas pero me pidieron que me identificara con el carné de identidad», recuerda este vecino de 69 años. Asegura que el vehículo de la Policía Local estaba repleto de mobiliario playero. De hecho se impusieron muchas más multas ese mismo día aunque todavía no se han ratificado muchas de ellas. «Cuando recuperé mis pertenencias me dijeron que la multa era de 150 euros y me indigné. Aunque dudo que sea justo, puedo incluso entender la infracción leve, pero en ningún caso el importe, y hoy mismo he estado hablando con mi abogado y hemos remitido un recurso a la confirmación de la multa, que rechaza las alegaciones. Me plantearé ir al juzgado si no me hacen caso, pero no sé si merece la pena por el coste que supone», aseguró.

«Se pusieron muy tontos»

Su mujer añade, en conversación telefónica que los «policías se pusieron muy tontos», también con el resto de bañistas que realizan esta práctica. Ambos recuerdan que son pensionistas y una multa de 150 euros supone un coste elevado. «Algunos de los que fueron sancionados ese día habrán perdido casi la mitad de sus pensión de un mes si no han alegado», agrega. «Yo creía que el cometido de la Policía Local era vigilar y protegernos. No eso que hicieron el 2 de septiembre», señala Jesús.

La polémica sobre el cumplimiento de la ordenanza crece, en especial en las redes sociales. Sin ser una muestra científica de la opinión sobre este asunto se puede decir que hay dos opiniones enfrentadas: muchos, en especial vecinos nacidos o que viven desde hace mucho tiempo en Torrevieja, creen que las multas y su difusión tendrán un carácter preventivo para evitar este tipo de comportamientos, que privatizan los mejores y codiciados espacios playeros en el centro de Torrevieja, que deben ser dominio público. Otros consideran que sin suponer un riesgo para la limpieza se debe compensar a los más madrugadores y previsores, teniendo en cuenta las limitaciones de espacio en playas como la del Cura o las del paseo de Las Rocas.