La fiesta de Campoamor del pasado verano, que tiene en contra a todos los vecinos de las urbanizaciones colindantes porque se convierte en un macrobotellón y un descontrol hasta la madrugada, costó más de 20.000 euros al Ayuntamiento entre Policía, limpieza, vallas o Protección Civil, según relató en el pleno la edil Begoña Cuartero como respuesta a un representante vecinal. Los vecinos pretenden que el Ayuntamiento rechace su celebración. M. ALARCÓN