Comprar limones de origen alicantino resulta en la actualidad más caro que durante los últimos cinco añoscaro . Según los datos de la Conselleria de Agricultura, el precio de venta este cítrico en origen, es decir, al que lo vende el agricultor, ha alcanzado esta semana una media de 1,22 euros el kilo. Su coste es más del doble que el registrado en el mismo periodo del año anterior, cuando la venta de la variedad Verna se situaba en una media de o,50 euros, según las mismas fuentes.

El hecho de que el precio del limón se haya disparado en el último año tiene una explicación para la Asociación de Jóvenes Agricultores (Asaja) de Alicante. Su presidente, Eladio Aniorte, estima que la producción de limones en la provincia, cuyas plantaciones se concentran principalmente en la Vega Baja, se ha reducido hasta un 40% en los últimos años y se sitúa hoy en unas 200.000 toneladas. El motivo radica en los precios irrisorios que se llegaron a pagar entre los años 2010 y 2012. Según indica, la cotización de este cítrico se desplomó entonces hasta llegar incluso a pagarse a 30 céntimos por kilo, un precio que apenas cubría el coste de producción. Algunos de los agricultores dejaron incluso perder las cosechas y muchos decidieron suprimir esas plantaciones por otras más rentables. Otros sin embargo apostaron por mantenerlas y hoy ven recompensado ese esfuerzo. Uno de los mayores citricultores de la Vega Baja, Antonino Fabregat, apuntó ayer que la mercancía se ha estado vendiendo a 1,20 euros durante los últimos días y dijo que ahora ha comenzado una campaña para extender su cultivo.

Competidores

Otro de las razones que esgrime Eladio Aniorte para explicar esa escalada de precios ha sido la reducción de las cosechas en otros países competidores en los que las adversidades climatológicas, tanto por exceso de frío como de calor, han arruinado parte de la producción.

Así las cosas, los limones de primera calidad, los más caros, se suelen exportar a países europeos en los que su cotización se multiplica. El presidente de Asaja apunta que en esos países, al contrario de lo que ocurre en España, los limones de muy buena calidad se suelen vender por piezas y no por kilos, llegando a cotizarse hasta a un euro por cada ejemplar.

Desde la asociación agraria alicantina apuntan que el problema que tienen ahora los agricultores es la escasez de agua que hay en la provincia y especialmente en la huerta de la Vega Baja. Aniorte dijo que temen que se imponga a los productores la utilización de agua desalinizada para regar, lo que multiplicará los costes y de nuevo los dejará en una delicada situación. Asaja defiende que la mejor solución sigue siendo una política hidrológica que prime los trasvases de agua entre cuencas «para que el agua sobrante de otros ríos no se tire al mar y que a nosotros nos obligar a regar con desalinizada que se paga a precio de oro». Aniorte concluye que los regantes «no están en contra del uso de las desalinizadoras pero siempre que sean un complemento, no como principal agua de riego por su elevado coste».