Un mes después de que el concejal de Hacienda, Rafael Almagro (PP), dijera que el presupuesto iba a tener el visto bueno de Intervención en cuestión de días y que sólo había que limar seis o siete cuestiones inferiores, la realidad es que el documento ha vuelto al equipo de gobierno después del rechazo del técnico, Fernando Urruticoechea, quien ha solicitado muchas más modificaciones, y varias de peso, de las que se pensaba el responsable político del área. Algunas cuestiones son errores materiales con las cifras -el Ayuntamiento tiene que devolver al Estado más de 800.000 euros que le pagaron de más y que no reintegrará en diez años, lo que era una posibilidad, sino de golpe- que aparecen como ingresos cuando son gastos, otras se refieren a las inversiones previstas para 2016 por el equipo de gobierno, que no aparecen enumeradas. E, igualmente, el técnico discrepa con conceptos relativos a ingresos por tasas y servicios públicos. El borrador tendrá que se reelaborado si se quiere aprobar en un pleno y, tal y como están las cosas, es más que difícil pensar que esté para este mes.
El equipo de gobierno mantiene un enorme mutismo sobre el presupuesto, algo que demuestra a estas alturas del ejercicio su preocupación por lo que está pasando con un asunto de gestión que le es primordial. No en vano esta semana se cumple un año desde que el actual alcalde, Emilio Bascuñana, en un mitin de campaña en La Lonja, dijera que una de sus prioridades al llegar a la Alcaldía era aprobar un presupuesto para sacar a la ciudad de su estado de apatía. Lo cierto y verdad es que ni tan siquiera se lo planteó con el de 2015, pese a que cogió la vara el 13 de junio, y con el de 2016 está en un punto muerto.
La oposición continúa sin conocer oficialmente este documento y ha criticado la falta de información y de participación en el borrador para intentar realizar sus aportaciones. Esta versión es negada por el equipo de gobierno que asegura que estos no tienen la más mínima intención de colaboración. Ciudadanos es el único partido que habría conseguido realizar sus aportaciones al mismo aunque el documento supuestamente estaba en el despacho de Intervención en enero antes de que el portavoz de la formación naranja, Juan Ignacio López-Bas, diera a conocer al alcalde sus exigencias y modificaciones para darle su respaldo.
