Los representantes de las 17 comunidades de regantes de la Vega Baja coincidieron ayer en culpar a la CHS de la falta de limpieza del cauce del río. En este sentido criticaron que ese organismo está evadiendo su responsabilidad de mantener el cauce en condiciones «y ahora echa la culpa a los municipios y a los agricultores», dijo ayer el juez de Almoradí, Carlos Barrera.

Los regantes cuestionan que la CHS les quiera obligar a instalar una serie de rejillas en las acequias y azarbes para contener los residuos como botellas de plástico y otros envases porque no son ellos quienes lo generan y porque además puede causar problemas de taponamientos. A ese respecto, el juez de aguas de Callosa, Pascual Gómez, dijo por ejemplo que la toma de agua de la acequia callosina, que comienza en el casco urbano de Orihuela, sufre una continua acumulación de desperdicios que la CHS se niega a retirar aduciendo que es responsabilidad del Ayuntamiento. El alcalde de Guardamar, José Luis Sáez, recordó que la CHS quiere multar con 10.000 euros al municipio por la acumulación de residuos en una zona que es competencia de la CHS. «Nos sentimos muy molestos con la actitud de la CHS, que no pone soluciones y solo trabas y necesitamos que la Conselleria nos defienda», dijo Sáez.

La consellera Elena Cebrián se comprometió a tratar sus reivindicaciones con la CHS para alcanzar acuerdos en beneficio de la Vega.