El Ayuntamiento de Orihuela adjudicó ayer a la Unión Temporal de Empresas (UTE) Solutione S. L. y Marco S. A. la restauración y apuntalamiento de los acantilados de Cabo Roig tras los continuos retrasos en el proceso de licitación y adjudicación de las obras, que deberían haber comenzado en noviembre de 2015, según apuntó un mes antes la edil de la Costa, Sofía Álvarez.

El Paseo en esta zona del litoral oriolano no podrá abrirse al público, como estaba previsto, a principios de verano, pues los trabajos cuentan con un plazo de ejecución de alrededor de tres meses, por lo que teniendo en cuenta que ahora la UTE dispone de 10 días para presentar la documentación, las obras no se iniciarán hasta la segunda quincena de mayo y la restauración en los acantilados se extenderá hasta mediados de agosto siempre que no haya complicaciones.

Los vecinos y turistas del litoral tendrán que seguir usando la pasarela de madera paralela al paseo marítimo, instalada en mitad de la arena, y por la que cada día y al margen de la temporada estival pasan cientos de personas para pasear o practicar deporte. Los vecinos llevan meses reclamando estos trabajos sin que el anterior equipo de gobierno los ejecutara.

Álvarez anunció en octubre que, tras obtener el visto bueno de intervención, el proceso de licitación comenzaría ese mismo mes y las obras se adjudicarían en noviembre, en temporada baja. Sin embargo, no fue hasta el 29 de diciembre de 2015 cuando comenzó el proceso de adjudicación, que se ha ido alargando «por dificultades técnicas», apuntó Álvarez. De hecho, en marzo la titular de Costas anunció que a finales de ese mes comenzarían los trabajos, pero no ha sido hasta ahora cuando se ha adjudicado de forma definitiva el contrato, lo que obligará a, un verano más, cerrar el acceso al paseo marítimo en una de las zonas más concurridas debido al peligro de desprendimientos