El parque de Bomberos de Torrevieja actuó ayer a primera hora de la mañana para sofocar el incendio que había extendido desde un transformador eléctrico de la zona urbanizada,ahora semiabandonada, de Cala de Mosca. Los efectivos de bomberos actuaron sobre las 8 de la mañana, tras recibir la alerta de varios conductores, que observaban cómo se elevaba una columna de humo junto a la Nacional 332, en este espacio situado junto al mar.

Antes de actuar, los efectivos de extinción de incendios se aseguraron, a través de los servicios técnicos de Iberdrola, de que el transformador carecía de suministro eléctrico, con el objetivo de evitar situaciones de peligro durante la extinción. El fuego fue provocado. No es una situación aislada. La zona se urbanizó en 2007 pero no llevó a cabo el proyecto para levantar 1.500 viviendas. Primero por la crisis de la demanda y después por los nuevos requisitos legales exigidos por el Ayuntamiento de Orihuela y la Generalitat. Se trata de un terreno de 600.000 metros cuadrados. El último tramo junto al mar del litoral oriolano que queda sin urbanizar, situado junto al límite con Torrevieja. Durante todos estos años, y pese a los intentos de la propiedad, la urbanizadora madrileña Gomendio, de evitar el paso de personas y vehículos a la zona mediante un vallado perimetral, los viales y todos los servicios, como las acometidas de alumbrado, colectores de saneamiento y de abastecimiento de agua sufren un deterioro evidente. Varios transformadores han sido asaltados e incendiados. Todas las infraestructuras básicas han sido desvalijadas, en el material que pudiera contar con algo de valor, con daños que superan, de lejos, los 400.000 euros.

Al margen del futuro del proyecto y su sometimiento a una evaluación ambiental en 2014, el suelo es urbano -algo que aparece reconocido incluso en el PGOU de 1990-. Revertir esa calificación exigiría una indemnización millonaria.