Un grupo de padres de niños con discapacidad ha pedido a la dirección del centro escolar Primo de Rivera de Callosa que atienda su solitud de reubicar el aula destinada a estudiantes con necesidades especiales en la planta baja del edificio. Consideran que los menores estarían más seguros ante cualquier situación de riesgo que en el tercer piso, donde se encuentran en la actualidad.
Según fuentes municipales, esta decisión corresponde a la dirección del centro educativo. Para justificar que el cambio es posible, los padres esgrimen un informe realizado por técnicos municipales que detalla que la superficie que actualmente se destina en la planta baja a las dependencias de secretaría y dirección cuentan con una superficie total de unos 58 metros cuadrados. A dichos espacio se accede directamente desde el exterior «y no presenta barreras arquitectónicas en cuanto al cumplimiento de normativa de accesibilidad». No obstante, se señala que el aseo ubicado en el despacho de dirección no cumple condiciones mínimas de accesibilidad.
Pues bien, los padres de los menores consideran que habría que hacer una inversión mínima para poder adecuar este espacio como aula para niños con necesidades especiales, readaptando el aseo y derribando solamente un tabique. Son conscientes de que la Conselleria de Educación permite que el aula específica se ubique en la tercera planta, dado que el centro dispone de ascensor, pero se preguntan qué pasaría ante una situación de riesgo, como por ejemplo un incendio, cuando siempre se debe evitar el uso de ascensores.
Según los mismos, tanto la Conslleria de Educación como la Inspección son conscientes de esta situación. La primera, porque se le ha informado desde el equipo de gobierno callosino. La segunda, porque los propios padres han mantenido reuniones con el inspector de zona. En ambos casos consideran que no se está haciendo lo suficiente para hacer frente a una situación que les preocupa.
La batalla de este grupo de padres y madres para que se escuche su demanda no es nueva y son muchas las instancias presentadas para pedir que se les escuche. Siempre según éstos, la dirección del centro se negó desde un principio a atender su reclamación alegando que existía un informe técnico que apuntaba que el espacio de secretaría y dirección no reunía los metros suficientes para emplazar allí el aula, aunque con el tiempo se habría demostrado que dicho documento no existe o, al menos, no figura en el Ayuntamiento.
Propuesta rechazada
La dirección propuso trasladar a los niños al espacio en el que actualmente se encuentra la biblioteca, un departamento ubicado en una de las esquinas del centro, aunque los padres lo rechazan porque los apartarían del resto del alumnado. Siguen apostando por que se implemente su solución, más todavía desde que saben que el espacio disponible lo permite.
Los mismos recuerdan que en el aula del tercer piso se vivió una situación de muy peligrosa con uno de los menores que podría haber tenido consecuencias fatales y el centro se vio obligado a tomar medidas adicionales para asegurar que las ventanas permanezcan cerradas.
Por todo ello, los padres piden sensibilidad a la dirección del colegio Primo de Rivera y al Ayuntamiento para que pongan de su parte y atiendan su demanda, que busca únicamente preservar la seguridad de los niños.
