El pasado viernes pudimos ver en el salón de plenos cómo los miembros del pentapartito que gobierna Torrevieja, junto con sus dos mozas de espadas, se emplearon a fondo en cubrirle el rostro a la mentira para hacerla parecer verdad, disimulando el engaño y disfrazando los designios. En este caso, como en muchos otros, los papeles hablan.

Cuando pienso en esas más de tres horas no salgo de mi asombro y vienen a mi cabeza cosas que pude escuchar y ver estupefacta. Hay quien dijo que si sobra un trabajador, pues se compra un camión para él. Otros que comparaban las bonanzas económicas de la municipalización con la limpieza de la casa de cada uno, diciendo que si mi casa la limpio yo me cuesta 1 euro; y si me la limpia otro, 5 euros. Razonamiento bastante peregrino porque si la limpio yo y estoy cansada lo dejo para otro día, pero si le pago a alguien para que me la limpie y está cansad@ no tendrá más remedio que limpiarla. Luego, entró a escena Poncio Pilatos preguntando a los asistentes, actuando de forma cobarde, porque en realidad tenía miedo de las masas, a la vez que temía poner en riesgo su posición dentro del gobierno y no asumió la responsabilidad de su cargo. Le faltó decir «lavo mis manos de sangre inocente». Espero y deseo de que no llegue el momento en que lo tenga que decir, no por él, sino por esas más de 200 familias y por todos los ciudadanos de Torrevieja, que se merecen una ciudad limpia. Y finalmente aparecen las dos mozas de espadas, fieles servidoras del matador, como se diría en términos taurinos y observadas atentamente por los apoderados del maestro desde los sillones del salón de plenos, para que no se salieran del guión. En definitiva, la situación idónea para que se cumpliera la profecía.

Quedó demostrado que razonar y convencer es difícil, largo y trabajoso, pero sin embargo, sugestionar es fácil y rápido. Creo que se puede tener por compañera la fantasía, pero se debe tener como guía a la razón. El ruido de las carcajadas pasa, pero la fuerza de los razonamientos queda. Igual que quedará reflejado en el acta de la sesión la frase «Si la Ley así lo permite», repetida infinidad de veces por los miembros del pentapartito. Lo que me llevaba a pensar: ¿Pero llegados a este punto no se sabe aún lo que permite la Ley?

Como miembro del Grupo Municipal Popular en el Ayuntamiento de Torrevieja quiero que quede claro que no tenemos nada en contra de la municipalización. Pero también dejar claro que no se nos ha dado la información que hemos considerado necesaria para apoyar esta decisión dado que, como siempre, el pentapartito se olvida de que cuando el camino es largo hay que hacerlo con pasos cortos y firmes.