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Orihuela

¿Veinte años sin control?

El pleno decidirá si abre una comisión de investigación sobre la gestión en Orihuela Cultural

¿Veinte años sin control?

La inauguración por la Reina Doña Sofía de la remodelación del Teatro Circo, siendo alcalde José Manuel Medina, el 6 de noviembre de 1995, generó un nuevo problema para Orihuela como era buscar una fórmula para la gestión del recuperado espacio escénico que iba a convertirse en el escaparate de Orihuela. Esto dio paso a la constitución de una empresa pública: Orihuela Cultural, puesta ahora en el ojo del huracán por supuestas irregularidades fiscales y contables.irregularidades fiscales y contables

Su creación, como la de tantas empresas públicas, tiene su razón de ser por los ayuntamientos para evitarse el engorroso trance de la contratación con una fórmula más ágil -sin concursos- pero, también es cierto, sin un exhaustivo control público. Este ha sido el caso en Orihuela. El informe que hace 8 días hacía público el alcalde, Emilio Bascuñana (Partido Popular), realizado por la mercantil Moore Stephens, sacaba a la luz una serie de supuestas anomalías que realmente se retrotraen a los orígenes de la empresa, aunque el hecho de que el alcalde apuntara solo a los últimos cuatro años -lo anterior ha prescrito- ha colocado al que era entonces equipo de gobierno -PSOE y Los Verdes- como único culpable... de hacer lo mismo que se hacía antes. El próximo jueves el pleno decide si se crea una comisión de investigación que ha propuesto Ciudadanos y de la cual no va a salir más conclusión que otro ejemplo de mala gestión consentida durante 20 años. Y esta, principalmente, por desconocimiento.

A Orihuela Cultural se destinan del presupuesto 900.000 euros al año pero nunca ha existido un correcto control ni fiscalización por la Intervención. Pero nadie había detectado nada ni evidentemente preocupado amparados en una asesoría externa que realizaba el balance de cuentas y para la cual todo era correcto. Y ¿por qué el propio Ayuntamiento no fiscalizaba a través de la Intervención una partida tan importante de su presupuesto? Esta es una de las cuestiones fundamentales que deberían tener respuesta. Hay que tener en cuenta que al frente de los dos principales puestos económicos del Ayuntamiento oriolano, tesoreros e interventor, no ha habido habilitados nacionales durante años porque a nadie le interesaba una de la plaza o la titular de la otra estaba en comisión se servicios. Por ello se han cubierto con personal interino. Curiosamente, los dos que más tiempo han estado la última década, Javier Cifuentes y Francisco Martínez Veracruz -interventor y tesorero, respectivamente-, han sido fichados por Bascuñana. El primero como asesor en materia económica y el segundo, que ya era funcionario, como gerente de tres empresas públicas; entre ellas, la que se ha puesto bajo sospecha.

Moore Stephens en su informe saca a la luz muchas cosas que en estos años se han hecho mal y que ahora, supuestamente, se tendrán que resolver. El más llamativo fue que no se contabilizaba el IVA en buena parte de los espectáculos, pero no sólo desde 2012, nunca se ha hecho. El informe sólo da datos de estos cuatro últimos porque son los que aún no ha prescrito fiscalmente esta obligación y que hace referencia al impuesto sin ingresar por venta de entradas que superan los 615.000 euros. Algunos espectáculos sí se declaraban correctamente, como cuando se contrataba a una promotora con la que se fijaba un caché y se declaraba en la cuenta de resultados junto al ingreso por la taquilla y las condiciones pactadas (muchos artistas se llevan un porcentaje añadido de esta). Pero el problema surgió con los espectáculos en los cuales la promotora se quedaba la taquilla -actuaciones contra taquilla, se denominan- porque no se declaraba el IVA soportado ni el repercutido al artista, aunque sí se dejaba constancia por escrito en la cuenta de balances, que es lo que ha permitido conocer esta cifra exacta de ingresos y pagos. Y tampoco se declaraban en los espectáculos sin ánimo de lucro en los cuales la taquilla, iba destinada a colectivos sociales de todo tipo. En ellos tampoco se contabilizaba en la cuenta de resultados pero sí en la de balances.

Con todo ello era fácil a la empresa que ha hecho el informe determinar qué impuestos se han pagado y cuáles no. Los movimientos de estos cuatro años aparecían siempre en la cuenta de resultados, el problema es que no se pagaba el IVA y eso se sabe por la cuenta de balances. Ahora, el Ayuntamiento tiene que tomar una decisión o varias. El informe es de febrero pero el alcalde no lo ha hecho público hasta ahora y puede ingresar en Hacienda la cantidad no declarada pero también debería reclamársela a todos aquellas entidades sin ánimo de lucro o con él que se han beneficiado de este monumental descontrol en la gestión del dinero público desde hace 20 años.

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