La mayoría del claustro de profesores de la Escuela de Formación Permanente de Alumnos (EPA) de Torrevieja. dependiente de la Generalitat, ha reclamado al director su dimisión, según indicaron fuentes del alumnado, por no ofrecer explicaciones sobre el destino que se ha dado durante años hasta el curso 2014, al dinero recaudado por distintas vías en el momento de la matriculación y bajo el concepto de «Asociación de Alumnos», que no ha revertido en los alumnos «y para el que se utilizaba al profesorado a la hora de recaudar».

El concejal de Educación, José Hurtado Paredes, a preguntas de INFORMACIÓN, indicó que se ha abierto un expediente de información reservada al personal del centro que todavía depende laboralmente del Ayuntamiento. Una relación laboral heredada de cuando estos centros eran gestionados por los municipios.

El edil dijo que los expedientes son confidenciales. El Ayuntamiento expedientó al conocer la denuncia presentada por nueve de los trece profesores del centro, y antes de que dieran a conocer los hechos públicamente, a través de la información de los alumnos. Además del cobro de esas cuotas -más de 80.000 euros en una década, en una estimación realizada a la baja-, y que según la denuncia que investiga la Generalitat y la Guardia Civil, no están justificados; el abono de material de aprendizaje a «precios abusivos», también ha trascendido que hasta hace unas semanas estaba instalada en el centro una máquina expendedora de refrescos y snacks que gestionaba un profesor sin mediar contrato con la administración y que él mismo se encargaba de reponer y mantener. Un servicio justificado por sus responsables en la falta de cantina en este centro y en el adjunto de la Escuela Oficial de Idiomas. Este profesorado lleva 3 años intentando aclarar con la dirección la gestión económica y la denuncia a la Guardia Civil ha sido la última opción para evitar ser cómplices de irregularidades.