El Mercado Medieval de Orihuela será al fin una realidad del 22 al 24 de abril tras la aprobación por el interventor, Fernando Urruticoechea, del último trámite que faltaba antes de la firma del contrato con «Balconet», la única de las dos empresas que se ajustaba a las condiciones del concurso sin publicidad iniciado por el Ayuntamiento tras quedar desierto el pliego de condiciones anterior, que obligó a retrasar el evento, fechado originalmente el 8,9 y 10 de abril; y que antes se celebraba en febrero, fechas a las que volverá en 2017 por exigencias de la Asociación de Moros y Cristianos.

El último trámite que falta, y que según Rocamora se solventará hoy mismo, es la firma del contrato por parte del edil de Contratación, Paco Sáez, «que al hacerse por decreto es un mero trámite que no tiene mayor relevancia», apuntó la edil de Festividades. La concejala pone fin a un conflicto que viene de lejos, pues ya despertó las críticas de la oposición al posponer el Mercado Medieval, una de las mayores citas festivas de la ciudad poniendo como justificación la climatología y unas obras.

Rocamora apuntó a que la sesión de negociación con la empresa, que tuvo lugar el martes, se desarrolló con normalidad, y que Balconet «cumplirá con todas y cada una de las condiciones del pliego», que son las mismas que originó que el contrato quedara desierto la primera vez que se publicó el pliego al despertar el interés de solo una empresa, que no cumplía con las condiciones del mismo, según los técnicos de la Mesa de Contratación. Esta mercantil no era «Balconet»

El Ayuntamiento recibirá un canon de 6.000 euros por parte de la mercantil, que asumirá todas las exigencias del contrato, incluida la organización de una exposición en honor a los 25 años del cargo de Armengola, uno de los puntos más criticados por su dificultad y que, en teoría, iba a organizar la asociación de Moros y Cristianos.

Etapa

«Balconet» es una vieja conocida en la ciudad, pues ya durante la etapa de gobierno de la entonces popular Mónica Lorente, era la encargada de su organización. En aquél entonces, era Orihuela la que pagaba a las empresas por sacar el mercado a la calle y no al revés, como impulsaron los socialistas.

El alcalde, Emilio Bascuñana, no descartó que esta circunstancia vuelva a darse y que el Ayuntamiento gaste dinero en organizar el mercado para devolverle el esplendor perdido a este tradicional evento. Unas declaraciones que realizó hace unas semanas y que volvió a reiterar ayer asegurando que por encima de si se cobra o se paga, lo importante es la calidad del evento.