El equipo de gobierno de Guardamar no tiene previsto en principio volver a instalar las vallas que dispuso el pasado verano para prohibir a los bañistas utilizar esta extensión de playa. Durante la Semana Santa y hasta ahora la zona ha permanecido abierta al tránsito. La presión de los colectivos vecinales ha sido principalmente la causa por la que se ha tomado esta decisión. Además, el alcalde reconoce que colocando un pequeño vallado no se podía impedir el tránsito de personas, mientras que tampoco se puede mantener allí vigilancia permanente. Por ello piden que quienes transiten la zona lo hagan extremando las precauciones. m. a. r.