Ser pregonero de un acto de Semana Santa, si uno es un ferviente creyente, es un honor. Eso le ha ocurrido este año a la concejala de Cultura del Ayuntamiento de Orihuela, Begoña Cuartero (Partido Popular), quien aceptó la invitación que le hacía la Hermandad Penitencial del Cristo Salvador y María Santísima de la Soledad para ser la protagonista del pregón que iba a organizar en la parroquia el 20 de febrero, un mes antes de la Pasión. Lo que no es tan normal, y eso asegura el grupo municipal del PSOE, es que los lógicos gastos que conlleva la organización de un acto religioso sean financiados por el Ayuntamiento de Orihuela, tal y como consta en las dos facturas que ya han pasado por junta de gobierno. Y más cuando se da la circunstancia de que ni el propio interesado que lo organizaba, la cofradía, solicitó ayuda para ello.
La concejala socialista María García asegura que cualquiera que ha sido cargo de la Semana Santa sabe de qué hablan porque las invitaciones se las paga uno o, en su caso, el organizador, no el Ayuntamiento que era un invitado de piedra. Curiosamente, en el PSOE se enteraron del honor que tenía la edil de Cultura de ser la pregonera por la propia concejala popular pues les invitó a asistir. En las invitaciones, según constató este periódico, no aparece por ningún sitio que se trate de un acto oficial -evidentemente- por lo cual no se entiende que sí sean las arcas públicas las que tengan que financiarlo.
Trío
Entiende el PSOE que los 522,6 euros que se han detraído de las arcas públicas no deberían tener esa finalidad. La mayor parte del dinero sirvió para sufragar la actuación del «Trío Calamus», que cerró el acto religioso en la parroquia de la calle Doctor José Ricarte, pues costó 450 euros.
Las invitaciones, en cambio, fueron otros 72,6 euros. «Si la cofradía hubiera querido una subvención para que se le ayudara a este acto -recordaba ayer María García- podría haberla pedido, pero no lo hizo. A uno no le queda más que preguntarse que hubiera pasado si hubiera sido otra persona la protagonista del pregón, ¿le habría pagado también Begoña Cuartero los gastos con dinero público?
