Además de los 700 trabajadores municipales, la RPT tendría que dar solución, en teoría, a saber qué se tiene que hacer con los 200 empleados del área de Aseo Urbano que proceden de la empresa que se adjudicó las basuras en 2009, contrato que se rescató en 2012 por el Ayuntamiento de Orihuela por supuestos incumplimientos y que están desde entonces en un limbo. El Ayuntamiento debería decidir qué hace con ellos y, sobre todo, si se va a mantener el modelo de gestión que asumió por las bravas. Esa es otra cuestión que tampoco se sabe cómo resolverá el equipo de gobierno, pero parece claro que la RPT es el momento para tomar decisiones. M. A.