Orihuela acogió ayer la segunda jornada de la V edición de Los Murales de San Isidro, una cita que en tan solo cuatro años ha transformado por completo este barrio oriolano para convertirse en todo un referente artístico que ha llevado a situar el museo al aire libre que acogen sus 174 fachadas en el mapa turístico y cultural de la comarca, que además sirve como homenaje al poeta universal oriolano, Miguel Hernández. La música, el baile, el teatro, la poesía y la literatura, volvieron a salir ayer, de nuevo, a la calle, gracias a las numerosas actividades que se repartieron por todo el barrio para hacer más amena la labor de los pintores que, pese a que en las cuatro ediciones anterior habían ido sumando mural tras mural hasta alcanzar las 174 fachadas, este año tienen menos trabajo al haberse dedicado esta edición a restaurar, conservar y mantener este gran número de pinturas, con el objetivo de que esta exposición artística luzca como el primer día en las calles de Orihuela.

La actividad pictórica con respecto a otros años, por tanto, fue menor ayer, pero esto no impidió que artistas de toda la provincia, Murcia y de varios puntos de España se dieran cita ayer para dejar su huella en el barrio, algo que hicieron, literalmente, los miembros de la asociación Vega Baja Acoge, que con su mural mostraron la importancia de la solidaridad de los oriolanos, estampando manos de colores en una de las fachadas del barrio.

El derecho a decidir dentro de un «tren de la libertad», como rezaba otra de las obras, o las referencias a los versos que Miguel Hernández dejó para la posteridad a la poesía española, completaron unas obras que llaman la atención por su grandes dotes artísticas, que consiguen envolver a los visitantes en una auténtica galería de arte en plena calle. Entre los pintores, estaban los que «venimos cada año, porque es un lujo aprovechar las fachadas de las propias viviendas para crear arte», hasta los que «lo hemos conocido por el boca a boca, y queremos poner nuestro granito de arena», ya que además de las restauraciones se está realizando un mural colectivo.

Sin embargo, Los Murales de San Isidro ya se han consolidado como una auténtica reunión y fusión de todas las disciplinas artísticas, como demuestra la confluencia de manifestaciones expresivas durante toda la jornada.

Desde el pasacalles de la banda de música de La Matanza, que recorrió durante toda la mañana las calles del barrio para alegría de sus visitantes, pasando por los recitales de poesía a micrófono abierto junto al Guernica, una réplica del cuadro de Picasso que rememora los bombardeos de esta ciudad durante la Guerra Civil, hasta las visitas guiadas teatralizadas para desgranar la historia de cada una de estas pinturas, conquistaron al público. Hasta el edil de Hacienda, Rafael Almagro, terminó «echando unos bailes» en lo que se convirtió en una jornada totalmente festiva.

Talleres

La performance «La maleta de Miguel», a cargo del grupo de Teatro Expresión puso fin a una intensa mañana de actividades que continuó por la tarde, con la X edición de «Con la música en la calle», que llevó hasta el barrio oriolano la actuación de Bubo y el club vacilón». Los conciertos siguieron poco después con Antonio Larrosa & friends.

Los más pequeños no se quedaron fuera de este programa de actividades, y pudieron disfrutar de talleres infantiles, como el de «poemas pintados», en el que ilustraron los poemas de Miguel Hernández y otros autores. Por la tarde, también hubo cuentacuentos y más dibujos con la actividad «San Isidro Dibujado».

Hoy se inaugurará una nueva edición de Mercaderate, que estará durante toda la mañana, y seguirán los conciertos, los talleres infantiles y las guías teatralizadas hasta la hora de comer. Además, seguirá en marcha el tren turístico que acercará a oriolanos y visitantes a Los Murales desde la oficina de turismo, que realiza viajes cada 20 minutos.