Las dos filas de Moros Beduinos mantuvieron el pasado martes por la noche, en la sede de la asociación festera, un último encuentro para la firma del acuerdo que pondrá fin a años de disputas, algo que se anunció a comienzos de febrero y que se ha ido demorando pese a que el acuerdo estaba cerrado en un borrador perfectamente articulado y que establecía la prelación de cargos y la organización a través de 17 puntos. Uno de ellos es, precisamente, que Moros Beduinos pasa a denominarse Comparsa Beduinos. Una fila será Muladíes y la otra, que tiene entre sus miembros al embajador de 2016, Juan de Dios Rogel Payá, aún tiene que dar a conocer cómo se denominará.
Hoy está previsto, si no surgen más contratiempos, que se citen los representantes de los dos bandos, y que comparezca con ellos el presidente de la Asociación Festera, Antonio Manuel García, como garante de un acuerdo que también beneficia a toda la familia festera porque pasará a adquirir derechos sobre patentes que tenía registrado uno de los dos bandos.
Rencillas
El acuerdo supone convivir juntos pero no revueltos, con un respeto para cerrar rencillas y beneficiar a las Fiestas de la Reconquista. Así habrá dos cuarteles o este año se designarán hasta cuatro cargos festeros para, a partir de 2017 alternarse en los nombramientos. El dinero que había en las cuentas de la comparsa antes de comenzar las disputas y las dos filas tendrán representación ante la asociación festera, aunque sólo uno de ellos tendrá voto. De cara a las fiestas de este año, la fila Muladíes abrirá el desfile antes del boato del embajador Moro y en años venideros se irán turnando.
Por mantener las distancias ni tan siquiera en la popular Retreta saldrán juntas porque estarán separadas por el coche de la música y las subvenciones o ayudas oficiales que se reciban se repartirán por partes iguales. También se comprometieron a acabar con todos los procedimientos judiciales abiertos y a tener cada uno sus estandartes y sus colores de media gala.
