La Semana Santa de Orihuela volvió a vivir ayer una de sus citas más características con la despedida del cuerpo de Jesús Yacente en la Procesión del Santo Entierro, que sacó a decenas de devotos a las calles en la única procesión de carácter civil de estas celebraciones, ya que su organización depende del Ayuntamiento y no de la Junta Mayor de Cofradías y Hermandades de la Semana Santa de Orihuela.

Así, el gran protagonista de la tarde fue, como no podía ser de otra manera, el Caballero Cubierto, cargo honorífico otorgado por el pleno de la Corporación y que le concede el privilegio de ser el único capaz de atravesar, siendo fiel a la tradición, un templo sagrado sin descubrirse, gracias a una bula papal emitida en 1620. Esto le sirvió a Sáez para cruzar la Catedral con la características chistera que luce el Caballero Cubierto, uno de los cargos honoríficos más importantes no solo de la Semana Santa, sino de toda la ciudad.

Otro de los momentos más singulares de esta procesión, y que también dota a la Semana Santa de Orihuela de una de las particularidades que la han llevado a ser declarada de Interés Turístico Internacional, fue cuando el paso de El Triunfo de la Cruz, más conocido como La Diablesa, tuvo que pasar de largo a su llegada a La Catedral, al tener prohibida la entrada a cualquier templo sagrado, por lo que tuvo que aguardar a las afueras a que el resto de la procesión cruzara la Catedral antes de unirse de nuevo al recorrido.

La procesión tuvo lugar horas antes de que el claustro del Colegio Diocesano Santo Domingo, la Universidad Histórica, acogiera la recepción del Caballero Cubierto, como es habitual, acompañado por buena parte de la Corporación, los representantes de las distintas cofradías y hermandades que conforman la Junta Mayor.

Tras la recepción, se realizó el pasacalles desde Santo Domingo hasta el Ayuntamiento. Una vez allí el Caballero Cubierto firmó el libro de honores del Ayuntamiento de Orihuela, bajo la atenta mirada de buena parte de los ediles de la Corporación.

Desde la puerta del Palacio del Marqués de Arneva, sede consistorial, comenzó, con casi una hora de retraso, la procesión, con Tomás Sáez a la cabeza, a quien le siguieron el trono de San Juan de la Palma, a hombros de los costaleros del Ecce Homo, la propia Diablesa, el Cristo Yacente y La Soledad.

Las celebraciones de Semana Santa en Orihuela pondrán hoy su punto y final con la celebración de la tradicional tamborada de júbilo del Domingo de Resurrección, que tendrán lugar este mediodía. De la misma forma, se realizará el traslado del Jesús Resucitado desde la iglesia de las Santas Justa y Rufina hasta la Catedral.

La ciudad pondrá así a una Semana Santa tan solo empañada por las lluvias del lunes, que obligó a posponer al día siguiente las procesiones programadas para ese día, y que ha servido para consolidar esa declaración de Interés Turístico Internacional, como demuestra la conmemoración del 12 aniversario de Los Armaos, entre otros muchos actos.