La dirección general del Catastro está enviando cartas a tres centenares de vecinos de Jacarilla para informarles de que el valor catastral de sus parcelas vuelve a ser tasado como suelo rústico. La medida abarca una superficie de 525.000 metros cuadrados de suelo que fue recalificado con la aprobación del Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) de 2007. Ahora el Ayuntamiento ha conseguido que los dueños de las parcelas no sigan pagando el Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI) como suelo urbano sino que lo hagan como suelo rústico hasta que esté aprobado el proyecto de urbanización de la zona, una medida que está siendo celebrada por los propietarios, gran parte de ellos pensionistas. Jacarilla, con 1974 habitantes, fue uno de esos municipios que modificó su Plan General para tratar de subirse a la fiebre constructora que invadió la Vega Baja desde finales de los 90 y durante la primera década del 2000. Así, aprobó un nuevo Plan General que comprendía la recalificación de más de dos millones de metros cuadrados de terreno rústico que pasó a ser urbanizable, una gran extensión teniendo en cuenta que el casco urbano del municipio abarca una extensión de 475.000 metros.
Del total recalificado, 1,5 millones se sitúan en la parte alta de la localidad y pertenecen únicamente a dos propietarios que planearon construir macrourbanizaciones. En ese PGOU se incluyó el diseño de reparcelación de esas tierras, algo que en términos técnicos se conoce como pormenorizado, es decir, que ya se fijó qué ancho debían de tener las calles, cómo debían de ser las aceras o qué sistema de iluminación debía de incluirse. No se hizo lo mismo con los otros 525.000 metros recalificados, que se sitúan junto al caso urbano y que estaban formados por pequeñas parcelas de cultivo en manos de tres centenares de propietarios. Pues bien, con la entrada en vigor del Plan General los 2 millones de terrenos convertidos en urbanizables vieron modificado su valor catastral, lo que hizo que se multiplicaran los recibos del IBI. Así, una finca de 3.000 metros cuadrados pasó de pagar 12 euros anuales hasta 200 euros.
La alcaldesa de Jacarilla, Pilar Díaz, calcula que la reversión de los valores catastrales supondrá un ahorro de cerca de 100.000 euros para los propietarios de los terrenos, una circunstancia que igualmente atañe al Ayuntamiento, que a partir de este año verá reducidos sus ingresos por el IBI.
«Es lo justo»
Díaz considera que aunque se reduzcan los ingresos del Consistorio «lo que es justo es justo y no puede ser que tuvieran que pagar de más cuando la Ley les ampara para que no lo hagan». No obstante, el «catastrazo» aprobado por el ministro Cristobal Montoro en 2012 para revisar los valores catastrales hizo aflorar en Jacarilla cerca de 200 regularizaciones de terrenos y casas que no estaban tributando como debieran al haber realizado modificaciones o incluido por ejemplo piscinas que no estaban declaradas. Este hecho hizo que aumentaran los ingresos por el IBI en casi 100.000 euros, por lo que según la regidora la bajada que se producirá ahora se compensa.
La alcaldesa fue la impulsora de este plan para exigir al Catastro la reversión de los valores. En 2014 hubo dos sentencias de los tribunales superiores de justicia de Murcia y de Andalucía que daban la razón a propietarios que alegaron contra situaciones como las que ocurrieron en Jacarilla, es decir, que el valor catastral de sus terrenos se multiplicó por un cambio en el PGOU. En este sentido, los jueces les dieron la razón y fallaron que mientras que no hubiera un plan de reparcelación de los terrenos no se podía aumentar el valor catastral y con ello los impuestos que pagan.
Jacarilla se acogió a esas sentencias y ha sido uno de los primeros municipios de España cuyos vecinos se verán beneficiados por esta medida, que también se podría aplicar a otros municipios de la Vega, como anticipó esta edición.
