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Orihuela

El poder en la sombra

Juan Ignacio López-Bas es el hombre más influyente en la política de Orihuela

El poder en la sombra

El hombre más influyente en la política oriolana, más incluso que el alcalde, Emilio Bascuñana, es Juan Ignacio López-Bas, concejal y portavoz de Ciudadanos (C's), quien sigue figurando a día de hoy como apoderado en la gestión de las cuentas de su anterior partido, Centro Liberal Renovador (CLr)CLr, según la información que obra en poder de este periódico. CLr fue la formación desde la cual este ambicioso abogado saltó a la política en 2011 y que abandonó públicamente días antes de anunciar que encabezaría la lista naranja en la capital histórica de la comarca de la Vega Baja. Algo que sucedió después de una serie de rocambolescas asambleas de nuevos militantes -con acusaciones de «pucherazo»- para hacerse con el control de una formación que en la primavera de 2015 subía como un cohete de la mano de Albert Rivera sin que nadie reparase a mirar quién lo tripulaba en los municipios. Era la etiqueta del éxito. Al frente de Ciudadanos se puso José Francisco Aix, un hombre al que todos relacionan con José Alcántara, el que fuera apoderado de CLr y socio en despachos de López-Bas. Su sombra.

En cambio CLr, una marca que otras formaciones de centro llegaron a adoptar en la Vega Baja, ya ni presentó candidatura aunque hasta última hora anunciara lo contrario, como lo demuestra que Alcántara acudiera a ello a los juzgados a por la documentación. Los liberales son ahora una formación prácticamente sin actividad. Su cara más visible, el entonces portavoz Pedro Mancebo, había anunciado antes de las elecciones que abandonaba la vida pública aunque tras los comicios realizó alguna tímida comparecencia. Hace más de seis meses que no habla, la sede cerró y nadie duda que fue parte de un traslado de la mayoría de miembros a Ciudadanos en la cual Mancebo se quedó fuera de juego. Nadie sabe si de forma voluntaria o no.

Este hecho del trasvase de militantes liberales y ahora cargos a cuenta del erario público oriolano se constata, por ejemplo, con la presencia de Mar Ezcurra y Luisa Boné, antiguas asesoras en el Ayuntamiento de Orihuela con CLr y ahora concejalas ciudadanas. O, más recientemente, con el nombramiento como delegado del alcalde en la Costa de Modesto Veloso, hombre fuerte en el litoral, antaño de los liberales y ahora de Ciudadanos. López-Bas impuso el nombre de Veloso y el de otros cuatro destacados exliberales al alcalde en pedanías que se pueden considerar claves para la obtención de votos a cambio de garantizarle la gobernabilidad del municipio. Eso ocurrió hace un par de meses. Y era el segundo pacto. En el primero, Bascuñana lo desdeñó y pagó como consecuencia el tener que sufrir lo que es un gobierno sin mayoría. Aprendió la lección y todo para C's.

Diversas fuentes consultadas por INFORMACIÓN consideran que López-Bas mantiene este presencia en CLr -la de seguir figurando en las cuentas- de forma «latente» para el caso de que en un momento determinado, le pueda ser útil. Para no constar como apoderado es el propio titular el que debe darse de baja. Algo que López-Bas no ha hecho. También figura allí Pedro Mancebo, quien mantiene su cargo de secretario general. Lo lógico es que López-Bas se hubiera marchado de CLr porque su carrera en C's está siendo fulgurante y él y los suyos ya controlan la comarca.

El partido independiente CLr nació en 2007 de la mano del ya fallecido Joaquín Ezcurra recogiendo la tradición de Centro Liberal, que era a su vez una poderosa escisión del Partido Popular de Orihuela que se creó a finales de la década de los 90. Su mayor éxito electoral llegó, como ya se ha dicho, con el letrado Pedro Mancebo al frente en 2011, cuando alcanzaron cuatro concejales gracias a una coalición con el Partido de la Costa, Claro, en 2011. La suma de fuerzas y la Ley D'Hont hicieron que ganaran un concejal más de lo que hubieran obtenido por separado (tres). Estuvieron en el gobierno de izquierdas del PSOE y Los Verdes al que dejaron a los nueve meses en minoría tras pelearse con su socio de Claro, Bob Houliston, quien se marchó a la oposición. Al año y medio como gobierno, fueron echados por el alcalde Monserrate Guillén y, entonces, pactaron con el mismo PP al que habían denigrado. El documento firmando pretendía, entre otros objetivos, dar una solución al problema de las basuras lo que, curiosamente, había sido uno de los principales problemas de la corrupción en el municipio y algo que supuestamente había desaparecido cuando los liberales rescataron la contrata de la UTE que aparece en el Brugal, siendo aún miembros del equipo de gobierno con PSOE y Los Verdes y mediante la intervención de dos de sus entonces concejales, Pablo Vidal y Asun Mayoral, a los que, hecho el trabajo, también echaron con excusas y justificaciones difíciles de entender entonces y ahora.

Interior

La existencia de un partido registrado en el Ministerio del Interior ha sido esgrimida en alguna ocasión por C's de Orihuela a la hora de negociar con la dirección de la formación una mayor implicación de sus concejales en el gobierno municipal. Ciudadanos tiene como premisa no entrar a gestionar gobiernos que no presida. Sin embargo, en Orihuela ha logrado, poniendo sobre la mesa la existencia de esa otra marca, además de la experiencia de la que hicieron gala en campaña electoral para lo que debería haber sido una formación neófita, un acuerdo para sostener con su voto al Partido Popular y no sólo obteniendo el rédito de esos cinco pedáneos, también decidiendo en varias áreas de gestión -Cultura, Infraestructuras, Costa, Juventud... y quién sabe si en Urbanismo donde el alcalde ha demostrado que está muy pez-, aunque siempre sin firma ni delegación, algo que ha levantado las críticas veladas de los ediles populares hacia su cabeza de lista. Unos callan y asumen y otros se muerden la lengua en las filas populares porque se sienten ninguneados. Mientras la oposición sospecha de irregularidades por el acceso que los ediles de Ciudadanos puedan tener a expedientes que, teóricamente, les deberían estar vetados.

Mientras todo esto pasa, López-Bas no se esconde del papel que está jugando y en corrillos y al que le quiere escuchar repite que menos mal que ellos han llegado al gobierno de Orihuela porque el ejecutivo de Bascuñana no sabe cómo gestionar. Pero ellos sí.

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