El problema de las adjudicaciones con contratos es que cuando quedan desiertos los ayuntamientos carecen de tiempo para poner en marcha proyectos de turismo y fiestas, como podría ser este del Mercado Medieval; pero también servicios, como el de salvamento. El 14 de marzo la Mesa de Contratación dejó desierto la adjudicación que cinco días más tarde tenía que garantizar la seguridad de los bañistas por dos años consecutivos en las 11 playas de Orihuela porque a nadie le interesó tampoco ese concurso. Con el de ayer ya son dos los que quedan sobre la mesa y alguien tendría que preguntarse los motivos.